Ha llegado la hora de decir adiós a Juego de Tronos, por ahora. La séptima temporada de la serie estrella de HBO ha terminado y deja pendiente el desenlace final para la octava, que podría retrasarse hasta 2019 por cuestiones de producción y de programación. Los episodios del último tramo tendrán una duración larga, más propia de las películas que de las series.

Así lo insinuó Paula Fairfield, responsable de sonido de la serie, durante la convención Con of Thrones, celebrada en Nashville el pasado julio. Los episodios de la octava temporada “podrían tener una duración de más de ochenta minutos”, algo poco visto en las series de televisión o streaming. El desenlace en la pequeña pantalla de la saga creada por George R. R. Martin estará conformado por seis episodios. 

Tras la última temporada, los seguidores no tendrán por qué abandonar Poniente. HBO trabaja para lanzar cuatro nuevos proyectos derivados del universo de la saga (spin-off). Sobre estas nuevas series, la productora y distribuidora de contenido audiovisual aseguró el pasado mayo que “no hay un tiempo fijado para estos proyectos. Nos tomaremos tanto tiempo como los escritores necesiten, como con todo nuestro desarrollo”.