Tras haberse consolidado como uno de los gigantes del comercio electrónico, Amazon se ha propuesto entrar en la carrera de la sostenibilidad y volverse eco. Según el último informe de Greenpeace, Clicking Clean, Amazon ha realizado grandes inversiones en el desarrollo de su negocio hasta ahora, pero ha dedicado escasos esfuerzos en respetar el medio ambiente.

Por ello, el gigante estadounidense ha decidido acercarse a las energías renovables e instalar paneles solares sobre los techos de más de medio centenar de centros logísticos repartidos en Estados Unidos. La empresa se ha marcado como deadline finalizar la implantación de estos paneles en 2020.

“En paralelo a la expansión de nuestros centros logísticos, queremos ayudar a generar energía limpia en todos nuestras instalaciones de alrededor del mundo”, ha afirmado Dave Clark, vicepresidente senior de la división de operaciones globales de Amazon. “Al diversificar nuestra cartera de energía, podemos mantener los costes bajos y ahorrar dinero a nuestros clientes, es un win-win”, ha señalado el directivo.

En el marco de este proyecto, Amazon ya ha puesto en marcha una de las mayores fábricas de energía eólica, ubicada en Texas. El grupo también opera con varios de estos centros en Indiana, Carolina del Norte, Ohio y Virginia.