“Aquí tiene su casa, recién imprimida”. Está será una de las frases que podrán empezar a incorporar a su vocabulario los comerciales del negocio del real estate próximamente después de la construcción de la primera vivienda en Valencia fabricada con una impresora 3D. Los protagonistas son Be More 3D, una empresa local que ha conseguido crear en tan sólo catorce horas la estructura de una casa de 24 metros cuadrados.

Una impresora de hormigón de siete metros de ancho y cinco metros de alto ha bastado para la construcción de esta vivienda, cuyo precio por metro cuadrado se sitúa en 750 euros frente a los 1.050 euros del metro cuadrado de las viviendas de protección oficial. El precio total de una casa de este tipo y tamaño, por tanto, se situaría en 50.000 euros.

Vicente Ramírez, director ejecutivo de Be More 3D, ha asegurado a El Mundo que con esta tecnología se puede reducir hasta un 35% el coste de producción. “La máquina no hace magia ni elimina puestos de trabajo”, defiende el directivo, que señala que la impresora de hormigón permite construir la estructura de una vivienda de setenta metros cuadrados en un plazo de entre doce y quince horas.

Detrás de Be More 3D están cuatro ex estudiantes de Ingeniería de Edificaciones de la Universidad Politécnica de Valencia. Los emprendedores explican también que las casas fabricadas por su impresora 3D pueden ser utilizadas como refugios en zonas de catástrofes naturales.