Telefónica se enfunda el traje de emergencias. La compañía de telecomunicaciones ha alcanzado un acuerdo con Decathlon para instalar desfibriladores monitorizados online en todos los centros de España del distribuidor de material deportivo. El proyecto contempla la instalación de estas herramientas en más de 160 tiendas y en los seis centros logísticos de la compañía en el país.

La alianza se enmarca en un proyecto conjunto a medio plazo que busca combatir la muerte súbita cardíaca, una alteración que sólo se puede revertir si se tiene cerca un desfibrilador. Los equipos instalados llamarán automáticamente al 112 en caso de utilización y guiarán en remoto a los usuarios para su correcto uso.

Los encargados de guiar a las personas que utilicen los desfibriladores serán personal no sanitario previamente formado por un equipo de expertos de Telefónica. Estas personas indicarán los pasos a seguir mediante voz mientras llega la asistencia de los servicios de emergencias. El aparato realiza una evaluación del afectado y sólo en caso de parada cardíaca aplicaría la descarga eléctrica para revertirla.

Comunidades como Madrid, Cataluña, País Vasco, Andalucía y Canarias ya obligan a instalar desfibriladores en entornos públicos, como estaciones e intercambiadores de transporte, aeropuertos, establecimiento de uso educativo, grandes establecimientos comerciales, jardines de infancia, hoteles de más de cien plazas u oficinas con más de 250 empleados.