Carlota Pi (Holaluz): “Hemos crecido mucho gracias a la activación de palancas tecnológicas”

Energía 100% renovable, cerca de un 15% del equipo dedicado sólo a tecnología y una estrategia de analizar al milímetro los datos como valor diferencial ante el resto de comercializadoras eléctricas de España. Estos son algunos de los componentes en el adn de Holaluz, la primera comercializadora eléctrica online, que nació de la mano de Carlota Pi, Ferran Nogué y Oriol Vila en 2010.

Casi ocho años después de su fundación, la empresa cuenta con alrededor de 133.000 clientes en España y el respaldo financiero de Axon Partners Group (Byhours, Adsmurai), que invirtió cuatro millones de euros en Holaluz en 2016. “Hemos crecido mucho gracias a la activación de muchas palancas tecnológicas”, asegura su cofundadora a Kippel01.

En la actualidad, Holaluz está tramitando las licencias para operar en Italia y Francia, y ya ha abierto una filial en Portugal. El crecimiento de la empresa, que en 2017 alcanzó una cifra de negocio de 140 millones de euros, se apalanca en tres ejes estratégicos: la oferta de energía 100% renovable, la promesa de un ahorro anual de cien euros y una estrategia customer centricity.

Holaluz se apoya en algoritmos de predicción de demanda de sus clientes y de oferta de los productores

¿Cómo influye la tecnología en cada uno de estos tres ejes? En relación a la oferta de energía verde, el grupo se apoya en algoritmos de predicción de la demanda de sus clientes, por una parte, y de predicción de los productores de este tipo de energía (ofrece todos los tipos de energía renovable menos la eólica porque aún no han conseguido ningún contrato para ello).

Almacenar la energía renovable es uno de los principales retos que afronta el sector y en el que están trabajando gigantes como Tesla o Google. Para sacar el máximo provecho de ello y saber qué cantidad comprar cada día, Holaluz realiza un análisis exhaustivo de los factores que pueden condicionar la producción de energía (por ejemplo, el nivel de pluviosidad o de nubosidad) y cruzarlo con la demanda de sus clientes.

En segundo lugar, Holaluz analiza exhaustivamente los datos de consumo de sus clientes para optimizar el precio en función del perfil de cada uno. Este análisis le permite también optimizar la potencia contratada por cada hogar y reducir el importe de la factura final de sus clientes.

“Nos han hecho creer que para ser sostenibles hay que vivir peor”, apunta Carlota Pi

“Nos han hecho creer que para ser sostenibles hay que vivir peor, pero se puede ser igual o incluso más sostenible gracias a los datos”, asegura Pi. La cofundadora explica también que la relación que mantienen con el cliente (que puede comunicarse con Holaluz a través de cualquier canal de comunicación) y el control de la tasa de apertura de emails y facturas les permite saber exactamente qué es lo que le interesa a este.

Además de comercializar energía eléctrica 100% renovable, Holaluz también ofrece gas (por petición de sus clientes) y se ha adentrado en el mundo de las baterías inteligentes de la mano de Tesla. En 2016, Pi aseguraba que le gustaría crear una alianza estratégica con la empresa que lidera Elon Musk.

En paralelo a ello, Holaluz está explorando la viabilidad de aplicar la tecnología blockchain en un proyecto que tiene como objetivo conectar a los pequeños productores de energía renovable con potenciales consumidores. La idea parte del intercambio de energía peer-to-peer, que de momento ha permitido, por ejemplo, que varios vecinos de Rubí (Barcelona) compartan la energía solar generada.

¿Qué opinión le merece la actuación del Gobierno en relación a las renovables? Para Pi, “lo peor” que ha hecho el Estado es hacer creer que las energías renovables “son un lujo”. En 2017, el 33,7% de la energía generada provino de fuentes limpias de energía, según las cifras de Red Eléctrica de España (REE).