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Helena Torras (B-wom): “Diez años atrás, si te lanzabas a emprender te llamaban ‘hippie’”

Avatares

Helena Torras (B-wom): “Diez años atrás, si te lanzabas a emprender te llamaban ‘hippie’”

La cofundadora y consejera delegada de B-wom asegura que el sector tecnológico ha experimentado un fuerte boom en los últimos diez años y que ahora “todo el mundo quiere sumarse a esta economía”.

Descripción

Helena Torras es cofundadora y consejera delegada de B-wom, una plataforma móvil especializada en el cuidado de la salud íntima de la mujer que prevé cerrar una ronda de financiación serie A a inicios de 2018. La directiva es miembro de la junta de Barcelona Tech City y socia directora de la firma de inversión PaoCapital. Licenciada en Dirección y Administración de Empresas y MBA por Esade, la directiva inició su carrera profesional en KPMG y, entre 2009 y 2016, estuvo en la dirección de la tecnológica Abiquo. Torras es también mentora de Conector Startup Accelerator, de Wayra y de Menorca Millennials.

Pregunta: ¿Qué papel juega la tecnología en en la lucha contra los tabúes, como dicen ustedes mismos?

Respuesta: La tecnología es la clave. La tecnología proporciona anonimidad y permite que muchas mujeres sean proclives a confirmar que tienen unos síntomas concretos. Algunos de nuestros cuestionarios tratan temas delicados y ellas responden sinceramente porque no tienen a nadie que les mire fijamente. La tecnología, además, te permite tener acceso a tu estado de salud cada día y no te roba tiempo.

P.: ¿Hay demanda en el mercado de las aplicaciones de prevención de la salud?

R.: La gente es consciente, sobre todo, cuando se dan cuenta de que tienen un problema. Pero es cierto que ahora hay una mayor tendencia a cuidarse. Cuando la mujer empieza a tener síntomas, por ejemplo, acude a las búsquedas de Google. Pero este no está personalizado, y en cambio, algunas aplicaciones sí.

P.: ¿Es complicado conseguir financiación en este tipo de proyectos?

R.: Siempre es difícil. Tiene que darse una combinación de factores: que el inversor esté interesado en ese vertical en concreto, que el equipo sea bueno, que el proyecto esté en la fase adecuada… Son muchos factores que tienen que coincidir y, al final, es muy difícil porque existen más proyectos que inversores.

P.: ¿Cómo ha evolucionado la relación entre la prevención y la tecnología?

R.: Hay muchísimas aplicaciones de este estilo que están operando. Empezaron a introducirse hace unos años: las pioneras fueron las aplicaciones de deporte y, a raíz de estas, entraron el resto. Las plataformas de salud se están posicionando en este segmento.

P.: ¿Cómo cree que se desarrollará en los siguientes años?

R.: Irá a más. Nos encontramos en un momento en el que la tecnología irá de la mano de los productos que existen actualmente. Gracias a los datos de los usuarios recopilados se podrán realizar combinaciones de productos y servicios que, junto al cambio de hábitos, impactarán positivamente en la salud. La forma de hacerlo será monitorizar estos datos y tener a alguien que esté encima del usuario. ¿Y cuál es la mejor forma de estar siempre encima del usuario? Con el móvil.

P.: Los datos de Startup Genome aseguran que en Barcelona sólo hay un 14% de mujeres trabajando en start ups

R.: El porcentaje de mujeres suele ser más bajo que el de hombres en todos los sectores, se extrapola a todas las industrias, no sólo a la tecnológica. Pero cada vez van a más, es parte de una tendencia, y las primeras que nos ponemos a prueba somos nosotras mismas. Pensamos: “¿seré capaz de hacerlo?” Necesitamos tirarnos a la piscina y tener más role models que demuestren que es posible para que nos tiremos todas a la piscina.

P.: Pero es curioso que, siendo un sector tan nuevo, aún exista este desequilibrio.

R.: Sí, pero la lista de mujeres que trabajan en él es cada vez más larga. Al final, en el sector tecnológico está muy bien valorados los equipos diversos porque la diversidad de pensamiento aporta riqueza al equipo y éste acaba siendo más productivo.

P.: ¿Cómo ha cambiado el sector tecnológico en España en los últimos años?

R.: Ha sido un boom. Empecé a montar empresas hace diez años, en un momento en el que si decías que estabas emprendiendo o que invertías en el sector te llamaban hippie. Mi padre, para explicar lo que hacía, decía “mi hija está en las nubes”. Ahora todo el mundo quiere estar vinculado a esta economía. Está de moda, y no es que me guste decirlo porque es muy duro. Pero la gente entiende que realmente puedes crear empresas con una capacidad de crecer muy elevada y que pueden tener impacto social. Ya somos un sector más.

P.: Usted es inversora y emprendedora. ¿Qué ha aprendido de cada parte?

R.: De emprender he aprendido a luchar por un sueño concreto y estar 24/7 pensando en un proyecto concreto. Como inversora, he conocido a emprendedores excelentes y he valorado mucho el hecho de involucrarme en otros proyectos, aunque lo ves con más distancia.

P.: ¿Cuál es la peor parte?

R.: Lo más duro es tener a un equipo que lo da todo y no se le puede pagar bien por falta de recursos. También es duro cerrar los primeros clientes porque las start ups lo necesitamos todo de hoy para mañana, y las empresas trabajan con periodos de tiempo más largos.