Javier Cortés (Gate93): “Algunas‘start ups’ españolas están más concentradas en levantar capital que en escalar su negocio”

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Javier Cortés (Gate93): “Algunas‘start ups’ españolas están más concentradas en levantar capital que en escalar su negocio”

El cofundador de la firma de venture capital Gate93 y responsable financiero de Instacart advierte a los emprendedores que llegan a Estados Unidos que es necesario contar con una buena red de contactos para acceder al capital.

Descripción

Javier Cortés es cofundador de Gate93 y responsable financiero de Instacart, una compañía afincada en San Francisco que en marzo captó 400 millones de dólares en una ronda de financiación. Licenciado en Administración de Empresas por la Universitat Politècnica de València (UPV), Cortés inició su trayectoria en la consultora PwC, donde trabajó en las oficinas de Madrid, Reino Unido y Estados Unidos hasta 2015. Ese año, el directivo se unió a las finales de Instacart. Con más de siete años a sus espaldas viviendo en San Francisco, Cortés considera que el capital español está abriéndose a la tecnología, pero que aún mantiene una cierta aversión al riesgo que entraña esta industria.

Pregunta: Uno de los objetivo de Gate93 es abrir las puertas de Silicon Valley a las empresas españolas. En estos últimos años, ¿España ha ganado atractivo ante los inversores de Estados Unidos?

Respuesta: Sí, y no sólo las españolas, sino también del resto de países. Las compañías son cada vez más atractivas por el talento que procede de fuera, y la percepción también es mejor. La gente se lo cree más, los emprendedores están viendo que se puede, aunque es un camino complicado.

P.: ¿Por qué es complicado?

R.: Porque los emprendedores que llegan a Estados Unidos compiten con el mejor talento que existe en el mundo. Aquí se compite de forma directa con profesionales que son expertos en muchas materias diferentes. En segundo lugar, Estados Unidos es capitalista. Los emprendedores no pueden llegar aquí creyendo que les van a financiar sus proyectos en el mismo momento en que lleguen al aeropuerto, es necesario tener los contactos necesarios. Lo bueno que tiene el mercado estadounidense es que aquí escuchan, al exponer una idea nadie dirá “estás loco”. Por otra parte, también es necesario tener un producto bueno que tenga cabida en el mercado.

P.: Se está viendo mucho movimiento entre el capital español y las start ups, pero los inversores extranjeros continúan copando la mayor parte de las inversiones…

R.: Ocurre sobre todo porque las rondas millonarias de Cabify o Letgo las llevan a cabo firmas de inversión internacionales. Pero esto está cambiando. En España aún existe cierta aversión al riesgo, la gente se muestra más reticente al invertir en tecnología, que no es tangible. Invertir en un negocio tradicional o en real estate puede parecer una opción mejor que en tecnología. Al país le falta seguir teniendo algún exit como el de Ticketbis, La Nevera Roja o empresas reconocidas a escala global, como Cabify. Esto servirá para dar credibilidad. No hay que invertir “a lo loco”, pero tiene que existir un poco de riesgo.

P.: ¿Hay inversiones descabelladas en Estados Unidos?

R.: Ahora mismo hay mucho capital flotando. En el pasado hubo mucha inversión en empresas tecnológicas como Uber o Airbnb, que levantaron miles de millones a valoraciones muy altas. Ahora se está profundizando mucho más en el análisis de estas empresas. No sólo es importante que crezcan, sino que también demuestren que son rentables. Ahora se mira dónde se invierte. Aunque haya capital, la gente no lo quiere invertir en cualquier parte, sino que quiere invertir en empresas rentables y sostenibles en el tiempo, ya no se busca el quick exit.

P.: ¿Qué necesitan las empresas españolas para continuar atrayendo al capital?

R.: Tienen que aprender a no perder el foco. Muchas start ups españolas tienen un buen producto y un buen equipo, pero a veces están más concentradas en levantar capital que en escalar su negocio o en trabajar muchísimo su producto y prestar un bueno servicio de atención al cliente. Por otra parte, es necesario ser un poco tozudo y no rendirse ante las adversidades. Aquí luchan y luchan, ponen el foco en el producto y, al final, el capital llega. Otro de los factores importantes, que mucha gente no entiende, es que en las start ups es necesario contar con una persona en el equipo que sepa de negocios. Al final, la empresa tiene que ser rentable.

P.: ¿Fracasar en un proyecto en España es lo mismo que fracasar en Estados Unidos?

R.: En Estados Unidos nadie mirará mal a un emprendedor por haber fracasado, sino que probablemente se le valore. Aquí, los emprendedores son tratados con mucho respecto, probablemente más que en España. Pero considero que esta percepción está cambiando. Leía el otro día un artículo que decía que la edad media de un emprendedor en Estados Unidos es de 42 años. La gente, en cambio, cree que los emprendedores tienen que ser como Mark Zuckerberg (Facebook) o Jack Dorsey (Twitter), pero eso no es real. Hay muchísimos emprendedores con una experiencia dilatada en otras compañías y que luego han decidido poner en marcha su propio proyecto. Su capacidad de lanzar una empresa es mucho más potente.

P.: Gate93 también quiere abrir las puertas Silicon Valley a las empresas de Latinoamérica…

R.: Latinoamérica es un mercado gigantesco. Hay muchísimo talento y la penetración del móvil es muy grande. También hay muchísimo capital de Estados Unidos que está mirando de reojo a Latinoamérica. Al final, si algo funciona bien allí, puede escalar muchísimo.