Jeff Bezos: de Wall Street al garaje de su casa para fundar el ‘imperio’ de Amazon

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Jeff Bezos: de Wall Street al garaje de su casa para fundar el ‘imperio’ de Amazon

El fundador y máximo responsable de Amazon dejó el mundo de las finanzas para montar su propio proyecto desde el garaje de su casa. Lo que comenzó siendo una librería online terminó convirtiéndose en el grupo de ecommerce más valioso del mundo.

Descripción

Difícilmente se imaginaría mientras crecía en Texas que algún día crearía la mayor plataforma de ecommerce del mundo y que ese negocio lo convertiría en la persona más rica del planeta. Jeff Bezos empezó trabajando como programador antes de dar el salto a las finanzas; de Wall Street pasó al garaje de su casa, desde donde gestionaba su negocio de venta de libros online, hoy conocido como Amazon.

Nacido el 12 de enero de 1964 en Albuquerque, Nuevo México (Estados Unidos), el fundador y máximo responsable de Amazon fue criado por su madre biológica, Jacklyn Gise, y por su padrastro, Miguel Bezos, un ingeniero cubano con origen español. El directivo se crio en Houston y, posteriormente, se trasladó con su familia a Miami, donde cursó sus estudios secundarios. Más adelante, estudió Ciencias de la Computación e Ingeniería Electrónica en la Universidad de Princeton.

Tras graduarse en 1986, Bezos trabajó como programador informático en el ámbito de las telecomunicaciones. Rechazó puestos en varias compañías, como Intel, Bell Labs y Anderson Consulting. En cambio, aceptó un trabajo en Fitel, una start up especializada en fibra óptica. Allí pasó dos años tratando de hacer que despegara el negocio, pero no fue capaz, así que se marchó y aceptó un puesto como gerente de producto en la entidad Bankers Trust, ahora parte de Deutsche Bank.

En Bankers Trust, Bezos alcanzó la posición de vicepresidente en sólo dos años. Apenas había cumplido los 26 cuando decidió cambiar de aires y recalar en las filas del fondo D.E. Shaw, en Wall Street, donde se convirtió en uno de los vicepresidentes de la compañía en tan sólo cuatro años. En dicha empresa, donde conoció a su futura esposa, MacKenzie, se le encomendó la tarea de investigar nuevas oportunidades de negocio en Internet.

“Me di cuenta de que el uso de Internet crecía un 2.300% al año”, señaló el ejecutivo en un discurso en Princeton en 2010. Fue entonces cuando decidió hacer una lista de veinte productos que podría vender online. Una vez realizada la criba, vio que el negocio de la venta de libros era una opción más que viable. Dejó su trabajo en D. E. Shaw y optó por lanzarse a la aventura con su propio proyecto.

En julio de 1994, Bezos fundó una librería en la Red llamada Cadabra.com, con una inversión de 300.000 euros respaldada por sus padres. Comenzó ofreciendo un catálogo de libros con más de 200.000 títulos que le permitió lograr más de 2.000 visitantes diarios en pocos meses y hasta 50.000 al día un año después. La empresa situó su sede en el garaje de una casa que Bezos alquiló junto a su esposa en Seattle.

Poco tiempo después de poner en marcha el negocio, el directivo decidió rebautizarlo con el nombre de Amazon. Una de las ventajas del nombre es que, en aquella época, se difundían las listas de páginas web ordenadas alfabéticamente, por lo que el cambio se convirtió en toda una estrategia de posicionamiento para buscadores.

El crecimiento de la compañía hizo que Bezos decidiese diversificar la oferta de su plataforma. Comenzó a vender CDs, DVDs, juguetes y electrónica, entre otros productos. En 1997, Amazon ya era conocida como una de las empresas más relevantes del sector del comercio electrónico. En 1998, Bezos invirtió en Google un total de 250.000 dólares, poco después de que naciera el gigante de las búsquedas por Internet (1997).

Asimismo, la exploración espacial había sido uno de los grandes intereses del directivo desde pequeño. Por ello, en el 2000, Bezos fundó Blue Origin para trabajar en el terreno de los vuelos suborbitales y orbitales. La compañía se dedica a la construcción de cohetes reutilizables y a los lanzamientos y descensos controlados, un campo en el que también opera SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk.

En el año en que Bezos dio origen a su sueño espacial, explotó la burbuja de las puntocom. Amazon fue de las pocas start ups que no se vio engullida por semejante colapso, aunque ello no evitó que los analistas bromearan durante un tiempo acerca de esa posibilidad llamando a la compañía “Amazon.bomb”. Pese a aguantar el tipo, lo cierto es que la empresa se vio sacudida: sus acciones llegaron a cotizar a 5,97 dólares en septiembre de 2001 y no consiguieron superar los 39 dólares hasta 2007.

Aquel año, el negocio que comenzó vendiendo libros por Internet lanzó un dispositivo electrónico para sustituirlos. Kindle fue el gadget diseñado por Amazon para leer libros en formato digital, lo que potenció el mercado de los ebooks. La compañía de ecommerce gozaba de tan buena salud por entonces, que la fortuna de Bezos alcanzó para que este se hiciera con The Washington Post por 250 millones de dólares en agosto de 2013.

En pleno apogeo de los servicios audiovisuales en streaming, el ejecutivo apostó por plantar cara a Netflix y HBO en la batalla de la nueva televisión digital. En 2016, la empresa lanzó Amazon Prime Video. Actualmente, se trata de uno de los grandes negocios del grupo, que planea dar el salto al formato blockbuster para retar a los colosos del sector, según Reuters.

En julio de 2017, Bezos superó a Bill Gates, fundador de Microsoft, como el hombre más rico del mundo. El máximo responsable de Amazon amasó entonces una fortuna de 90.900 millones de dólares, según las estimaciones de Forbes y Bloomberg. El sorpasso de Bezos sobre Gates se produjo un día después de que Amazon superara los 500.000 millones de dólares de capitalización bursátil.

Bezos mantiene, a día de hoy, la corona como la persona más rica del mundo. De acuerdo con el ránking The World’s Billionaires 2018 de Forbes, el directivo tiene una fortuna de alrededor de 112.000 millones de dólares, lo que supone que su fortuna se ha incrementado en casi 40.000 millones de dólares respecto a la cifra estimada previamente.