Joan Morlà (Caixabank Payments): “Los pagos móviles se pueden desarrollar mejor de la mano de ‘fintech’ y ‘start ups’”

El smartphone ha puesto patas arriba el modo en que funciona la sociedad. Prácticamente todos los sectores se han visto expuestos a una revolución, un factor que ha sido aprovechado, y en parte impulsado, por toda una serie de empresas emergentes dispuestas a cubrir oportunidades de negocio. En el caso de los pagos electrónicos, los bancos se han visto abocados a colaborar con las denominadas fintech para poder suplir las necesidades del nuevo cliente digital.

“La mayoría de las entidades financieras que ven los pagos móviles como un servicio relevante han llegado a la misma conclusión: estos se pueden desarrollar mejor y más rápido si se dispone de una red de colaboración con fintech y start ups”, asegura Joan Morlà, consejero delegado de Caixabank Payments, a Kippel01.

En el caso del banco, o bien se dan colaboraciones para el desarrollo comercial o, en determinados casos, adquiere participaciones minoritarias en fintech, explica el ejecutivo. Caixabank, cuyo objetivo es que el 5% de todos los pagos de sus clientes sean a través del móvil a cierre de 2018, está trabajando actualmente en metodologías agile de la mano de equipos multidisciplinares que mejoren la experiencia de usuario.

Caixabank calcula que casi la mitad de sus clientes realizará sus pagos a través de sistemas móviles en los próximos cinco años

El futuro del pago electrónico pasa por una evolución en lo ya existente en pulseras y en relojes inteligentes, pero también por la biometría, según Morlà. No obstante, el directivo cree que estos sistemas “tardarán en generalizarse porque se ha de cambiar toda una infraestructura global y eso se hace cada pocos años”. Aún así, señala, “se ha dado un paso importante en el ámbito del contactless, ya que el 90% de las tiendas de España lo aceptan”.

En ese aspecto, el ejecutivo considera que el país está avanzado en cuanto a infraestructura para acoger los nuevos modelos de pago electrónico. Sin embargo, falta una mayor voluntad de adopción por parte de los usuarios. Morlà afirma que “el cash es aún fuerte en España” y que la penetración de los pagos móviles apenas se sitúa en el 25% de penetración en el territorio, lo que sitúa al país en una parte “intermedia” en el contexto europeo.

Es precisamente “la masificación del contactless” en España la que está permitiendo que dicha adopción se acelere, señala el directivo. Caixabank calcula que, en los próximos cinco años, cerca de la mitad de sus clientes utilizará smartphones, relojes y pulseras para realizar sus pagos. En ese sentido, Morlà cree que las nuevas generaciones están ayudando a la implantación de la mayoría de estas nuevas prácticas.

Países como Dinamarca o Suecia disponen de regulaciones que favorecen la economía digital, según Morlà

Por otro lado, la Administración Pública aún tiene camino por recorrer para facilitar e impulsar la industria de los pagos móviles. “Lo hemos visto en otros países, como Corea del Sur, Dinamarca o Suecia, donde disponen de regulaciones que favorecen la economía digital -explica el consejero delegado de Caixabank Payments-; el beneficio para la sociedad es enorme en términos de transparencia, trazabilidad y modernización del tejido económico y comercial”. De acuerdo con el ejecutivo, “hay espacio para que se de un empujón desde la Unión Europea y los gobiernos y que se legisle a favor de una transición más rápida”.

La apuesta conjunta de todos los actores no sólo potenciará una industria creciente, sino también otros sectores que operan de forma paralela. Desde la ciberseguridad hasta los nuevos sistemas de autenticación, “se ha creado toda una industria de experiencias relacionadas en el entorno de los pagos electrónicos”, señala Morlà. Y volviendo al principio: “es por eso que cada hay más y mejores start ups que ven oportunidades negocio en el mundo de los pagos digitales”.