Mar Alarcón (SocialCar): “¿Economía colaborativa? La tecnología hizo escalable el negocio de pequeñas comunidades”
Mar Alarcón es la consejera y fundadora delegado de SocialCar, una plataforma de alquiler de coches entre particulares que aterrizó en España en 2011.
Mar Alarcón está al frente de SocialCar desde 2011. La directiva, que se licenció en Derecho, despertó su gen emprendedor en 2005, cuando decidió fundar SocialEnergy movida por llevar la sostenibilidad a otro nivel. Con la vista puesta en el futuro, la emprendedora tiene muy claro que el concepto de propiedad del vehículo ya no tiene sentido y que la próxima asignatura pendiente de las administraciones es la regulación de la economía colaborativa.
Pregunta: Trabajó en el campo del derecho antes de entrar de lleno en la economía colaborativa. ¿Qué le atrajo de este sector?
Respuesta: Cuando mi socio y decidimos lanzar SocialCar en 2011 no tenía ni idea de qué era la economía colaborativa. Antes de lanzar SocialCar, viví una temporada con mi pareja en China, donde decidimos montar SocialEnergy, que operaba en el país asiático y en España. En ese momento le veíamos mucho sentido a los coches eléctricos, nos preguntábamos cómo sería el coche del futuro. Entonces pensábamos que el paso natural era una flota de coches compartidos. Mi motivación por la sostenibilidad me llevó a apostar por un proyecto de carsharing, una flota de vehículos que perteneciera a las propias personas. Éramos conscientes de que iba a ser un reto, fuimos la segunda plataforma de economía colaborativa en llegar en España, después de Verkami.
P.: ¿Cómo fue acogido el modelo de SocialCar?
R.: A la gente le gustaba la idea, pero había reticencias. Lo que teníamos claro es que debíamos tener una respuesta para todas las dudas que generara nuestro modelo de negocio, algo que resolvimos con la implantación del seguro o una plataforma desde la que se podían gestionar las facturas de los servicios. Lo difícil fue evangelizar sobre la idea de alquilar tu propio coche.
P.: ¿En qué momento les etiquetaron como un modelo de economía colaborativa?
R.: Alberto Cañigueral (fundador de ConsumoColaborativo.com) fue el primero que nos etiquetó como economía colaborativa, él se encargó de crear una red que concentraba a las primeras plataformas de este tipo.
“El gran detonador de la economía colaborativa fue la tecnología”
P.: ¿Y cómo definiría economía colaborativa?
R.: Nosotros tenemos muy claro el concepto de economía colaborativa: una comunidad de personas que optimizan sus recursos, activos o intangibles, a través de Internet. ¿Economía colaborativa? La tecnología hizo escalable el negocio de pequeñas comunidades.
P.: ¿Dónde estaría el límite entre un negocio de economía colaborativa o un negocio tradicional?
R.: En este concepto de comunidad. La economía tradicional constituye un modelo de b2c (business to consumer), mientras que la economía colaborativa es un modelo p2p (peer to peer), radica en un modelo de negocio que se realiza de forma ocasional por aquellas personas que no tienen la capacidad ni los recursos de sacar provecho de sus activos, tangibles o intangibles.
P.: ¿Se puede regular la economía colaborativa?
R.: Las administraciones se han puesto muy nerviosas y quieren regular pronto la economía colaborativa. Pero como hagan una sola ley, esto será un batiburrillo, es muy complicado concentrar diferentes industrias y economías verticales en una misma regulación. Una opción sería incluir en la definición de empresa nuevos conceptos como el de ciudadano productor, por ejemplo. Por ahora sólo existe la figura del autónomo, que no está clara en este contexto. Aun así, cumplir lo que hoy está definido legalmente para que las actividades de la economía colaborativa sean legales no es imposible. En SocialCar, por ejemplo, facilitamos un documento de alquiler entre los usuarios, que es exclusivamente entre ellos. Aunque lo cierto es que lo que la regulación de hoy en día es compleja para una persona que alquilará su coche sólo cinco veces al año, administrativamente es pesado. Es necesario introducir nuevas fórmulas o poner límites. Muchos países están tomando iniciativas diversas, incluso la Unión Europea está buscando nuevas vías para agilizarlo.
“Cuando empiezas a fijar los precios es cuando te conviertes en una empresa de transporte”
P.: Tienen un nuevo modelo al que llaman Aparca y Gana, con el que en cierto modo actúan como intermediario para los usuarios que se van de viaje, ¿este servicio se incluiría en economía colaborativa?
R.: Sí, porque seguimos en el linde de la ocasionalidad y porque es un servicio que se ofrece al propietario, en SocialCar no disponemos de flota propia. Este modelo se ideó porque en agosto es cuando hay más demanda de coches, pero a la vez hay menos propietarios en la ciudad porque se van de vacaciones. Para entregarle ese coche al usuario, podrías hacerlo con tecnología, aunque existen muchas deficiencias a nivel de seguridad, o SocialCar manda a alguien a entregar las llaves en mano.
P.: Recientemente, BlaBlaCar ha ganado una sentencia en la que el juez dicta que no es una empresa de transporte, sino una plataforma digital. ¿Es SocialCar el mismo modelo de negocio?
R.: Sí, SocialCar es una plataforma tecnológica que pone en contacto a propietarios para que alquilen sus vehículos entre ellos. Cuando empiezas a fijar los precios te conviertes en un servicio de transporte, pero no es el caso. Uber, por ejemplo, sí que fija los precios, y es cuando entras a tomar este tipo de decisiones cuando llegan los problemas legales.
P.: ¿Qué futuro le espera al mercado de los vehículos?
R.: Nos esperan cinco o diez años en los que veremos muchos cambios. El coche es lo que menos ha evolucionado a nivel conceptual, y próximamente tenderá a ser un servicio de movilidad, está claro que el coche ya no es un símbolo de estatus. Vamos hacia un futuro en que el automóvil se transformará en un móvil con ruedas, podrás compartir el coche, abrir sus puertas desde el smartphone y gestionar muchos otros servicios de movilidad. Coches autónomos, coches eléctricos… Habrá un cambio importante. Con SocialCar hemos irrumpido en el concepto de propiedad del coche, ahora el coche puede ser un producto que se paga por sí solo a través de su alquiler. No digo que la gente vaya a dejar de tener coche, pero quien no quiera tenerlo tendrá muchísimas opciones de movilidad.