Marcos Navarro (GSA Spain): “España mantiene la tensión sobre el precio, pero busca cubrir sus carencias en nuevas tecnologías”
El presidente de la asociación GSA Spain considera que “los modelos de best-shoring ya no pasan por buscar países donde el coste laboral es menor, sino que pasa por hacer más eficiente la gestión extremo a extremo”.
Marcos Navarro preside desde hace más de dos años la Global Sourcing Association España (GSA), un congreso anual que reúne a los principales proveedores y compradores de servicios y expertos del sector. Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid, su carrera está estrechamente vinculada al negocio digital. Socio fundador de la European Outsourcing Association España, en la trayectoria profesional de Navarro destaca su paso por Indra, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y la consultora Antites, donde trabaja actualmente. En el encuentro de este año de la GSA Spain, que tendrá lugar mañana 25 de octubre en Madrid, la asociación pondrá énfasis en el avance de la economía digital, el empleo y los cambios tecnológicos.
Pregunta: La externalización de servicios TI no es ninguna novedad para las pymes españolas. ¿En qué punto de madurez se encuentra ahora?
Respuesta: La madurez de los compradores de servicios ha ido creciendo a lo largo de los años. Sin embargo, diversos estudios indican que hay que mejorar la madurez en aspectos como la definición de la estrategia de sourcing, transición y la propia gestión de los servicios externalizados. Esta mejora en la madurez también afecta a las pequeñas y medianas empresas, si bien, dadas las características del panorama empresarial español donde el 87% de las pymes son microempresas, las decisiones sobre la externalización son más acciones tácticas, para resolver problemas puntuales, que una visión estratégica fruto de la reflexión de qué se hace internamente y qué se contrata fuera. Mención aparte son las pymes de reciente creación y las start ups. Estas sí han identificado las ventajas de comenzar desde el inicio con modelos externalizados en aquellas actividades que no son estratégicas para su negocio.
P.: ¿Cuáles son los principales retos del outsourcing en España?
R.: Son parecidos a los del resto del mundo, si bien, menos acentuados a los de aquellos afectados por estrategias autárquicas como lo son Estados Unidos y Reino Unido. Ambos países han llevado al límite una estrategia de labor arbitrage llevando los modelos de offshoring hasta los confines del mundo. Sin embargo, este modelo está exhausto y ya no hay países en los que reducir el coste laboral y asegurar una capacitación y calidad del servicio. Los modelos de best-shoring ya no pasan por buscar países donde el coste laboral es menor, sino que pasa por hacer más eficiente la gestión extremo a extremo optimizando los procesos con la introducción de tecnología como pueden ser robots de software, inteligencia artificial, analítica de datos, etc.
P.: ¿Coinciden con los retos europeos? ¿Y a escala global?
R.: El mercado español, al igual que el europeo, sigue manteniendo la tensión sobre el precio, pero busca cubrir sus carencias en nuevas tecnologías y que la externalización sirva de palanca para esa transformación. La situación real es que “la tierra es plana”. Las empresas, clientes y proveedores, hacen negocios en cualquier parte del mundo y, por tanto, demandan servicios de la misma manera. Por eso la mejora de las comunicaciones y la nube han permitido romper esas barreras que antes había. Y ahí precisamente están las oportunidades: una pyme o una start up española puede hacer negocios y proporcionar servicios en cualquier parte del mundo.
“Los riesgos vienen ligados a la falta de madurez del cliente o del proveedor, entre otros”
P.: Talento, gestión de costes y escala son algunos de los beneficios de externalizar los servicios TI para una empresa. Pero, ¿qué riesgos comporta?
R.: Según los últimos estudios, los compradores de servicios buscan externalizar servicios para acceder a recursos especializados (la transformación digital ha incrementado este factor), por flexibilidad (modelo de pago por consumo tanto en infraestructuras como en gestión de usuarios y aplicaciones), transformación del negocio e innovación y, en menor medida, por precio. Los riesgos, en muchas ocasiones, vienen ligados a la falta de madurez del cliente o del proveedor, a la pérdida de conocimiento en el proceso de externalización, el no cumplimiento de expectativas, el incremento de la gestión o a la baja calidad.
P.: Ante el avance de la tecnología y el cada vez mayor valor asociado a esta, ¿considera que la gestión de servicios TI tendría que formar parte del núcleo de la empresa?
R.: La transformación a la que se están enfrentando las empresas hace que, en muchas ocasiones, la tecnología y la visión estratégica de cómo ésta puede mejorar los ingresos y hacer más eficiente las operaciones, formen parte de cómo hay que transformar el negocio. Es parte de su columna vertebral. El gobierno de la tecnología y cómo, de manera proactiva, sirve de palanca para la evolución de las empresas será crucial a lo largo de los próximos años.
P.: ¿Cuál es la parte negativa?
R.: La parte negativa es si el área de tecnología no es capaz de liderar estos cambios. Durante estos últimos años, se han alzado voces sobre quién debe liderar este cambio, si TI, un área digital, el negocio, etc. Lo importante no es tanto quién, sino hacerlo y cómo hacerlo de manera sostenida.
“Lo importante no es tanto quién, sino hacerlo y cómo hacerlo de manera sostenida”
P.: En quién confía más la pyme española: ¿en un proveedor español o en uno internacional?
R.: Por capacidad económica, las pymes son las que, durante años, no emplearon la externalización como estrategia que podría hacerles más accesibles las mejoras tecnológicas y, con ello, una mejora de la productividad. Y mucho menos con grandes proveedores de servicios por lo desequilibrado de la relación. Sin embargo, con la llegada de la transformación digital, servicios que antes estaban reservados sólo a las grandes empresas son accesibles a cualquier tipo de empresas. Son servicios como CRM, ERP, márketing en la nube, comunicaciones unificadas, almacenamiento y procesamiento en la nube. No sólo ha sido un cambio tecnológico lo que ha hecho que las pymes accedan a la tecnología, sino que, ahora, todo se consume como servicio en modalidades de pago por uso. Esto ha hecho que las pymes no requieran grandes inversiones, sino que tengan un gasto proporcional a sus necesidades en cada momento. Y estos servicios son proporcionados por grandes multinacionales a globales y locales.
P.: ¿Cómo prevé que evolucione el negocio de estos proveedores en los próximos cinco años?
R.: La llegada de tecnologías como big data, analítica de datos, cloud (en todas sus versiones), Internet de las Cosas, robótica e inteligencia artificial han provocado cambios importantes en los negocios y en la manera en que se prestan los servicios. Fruto de esta transformación digital se va a producir una gran necesidad en los compradores de servicios de implantar nuevas soluciones. Es aquí, donde los proveedores, ya sean start ups, pequeñas empresas o multinacionales deben aportar sus capacidades y propuestas de valor. Según los estudios de outsourcing en España, un 43% de las empresas tiene previsto crecer en los servicios externalizados, por lo que el mercado en este ámbito tiende a crecer. Por otro lado, los proveedores deben realizar la misma transformación y cambiar las estrategias de prestación de servicios, haciéndolos más eficientes al introducir estas tecnologías. Todos estos cambios, junto con la necesidad de personal capacitado para hacer posible la transformación harán que el mercado se revolucione aún más, y crezca, siempre y cuando las condiciones globales de crecimiento se mantengan y no nos enfrentemos a una desaceleración.