Montse Guardia (Banco Sabadell): “El ‘blockchain’ estará implementado en nuestro día a día en dos años”

Blockchain es una tecnología llamada a descentralizar los modelos de negocio y a permitir el intercambio de valor directamente entre personas y empresas. Esto podría poner en peligro el papel que juegan actualmente las plataformas o, por el contrario, podría resultar en una infraestructura idónea para desarrollar modelos más eficientes y confiables, tal y como considera Montse Guardia, directora de innovación y transformación digital de Banco Sabadell. 

En el marco de las Insurtech Talks organizadas por la aseguradora Axa, la directiva ha asegurado que la tokenización, que es la conversión de activos al sistema blockchain, y la identidad digital serán los próximos pasos a dar en la mayoría de industrias gracias a la cadena de bloques, la cual “será útil para transmitir datos en la Red con una mayor seguridad respecto a los sistemas actuales”.

“Estamos en unos años de transición, pasando de unos mecanismos que eran habituales a otros que no lo son tanto -ha explicado Guardia-; en 2020, el blockchain estará implementado en nuestro día a día, por lo que no hablaremos de él, sino de su uso”. 

Guardia considera que las herramientas de ‘blockchain’ convivirán con los sistemas de datos actuales

La ejecutiva plantea el sistema blockchain como un technological push, es decir, una tecnología que permite innovar con casos de uso que todavía no existen. Se trata, por tanto, de una herramienta que nace de la evolución del tratamiento de los datos virtuales. “Hemos pasado de una arquitectura central a una distribuida, cambiando la forma de transmitir información”, ha indicado.

No se trata de la sustitución de los sistemas actuales, sino de una “convivencia”, ha señalado Guardia. Por tanto, las ventajas de esta red de nodos, que será útil tanto en banca, como en seguros, como en real estate, entre otros, es que “la información no se copia, sino que es única en cada nodo, de modo que si se pierden esos datos no pasa nada, porque está en otros nodos”, ha explicado la directiva.

En ese aspecto, el blockchain “no tiene un único punto de ruptura”, ha señalado la ejecutiva. “Si se escribe un dato, se hace a fuego, y si alguien se equivoca, todos los actores de la cadena se enteran -ha asegurado-; para ello, se utiliza como base algoritmos de criptología, que codifican y enmascaran la información para que sólo la puedan leer quienes estén en esa red de blockchain”.

Las redes   ‘blockchain’ permitirán a empresas y usuarios agilizar procesos, según Guardia 

Todo ello garantiza una alta seguridad, según Guardia, lo que da pie al desarrollo de la identidad digital. “Es un DNI 5.0 que servirá para que todos los ciudadanos se puedan mover por blockchain con seguridad y puedan tokenizar en el mundo digital”, ha indicado. Un panorama como ese permitiría tanto a empresas como a usuarios agilizar procesos y trámites. Por ejemplo, en el ámbito de los seguros, la resolución de un incidente entre dos vehículos, en el que estarían implicados múltiples actores, “se solucionaría en caso de días y no en meses como ahora”, ha asegurado la directiva.

Trabajar en el desarrollo y cocreación de un sistema blockchain útil y seguro, que permita avanzar a empresas y sociedad es precisamente uno de los objetivos de Alastria, el consorcio de compañías españolas del que Guardia es vicepresidenta y en el que están implicados pesos pesados del tejido empresarial nacional, como el propio Banco Sabadell, Telefónica, BBVA, Indra o Repsol, así como start ups. La agrupación fue creada en octubre del año pasado y actualmente la componen 274 socios.

Entre sus retos está el de potenciar la tecnología de la cadena de bloques y superar cualquier tipo de amenaza que dicha herramienta pueda suponer. “Es un software complejo de algoritmos matemáticos, que cuenta con problemas de necesidad energética y que contiene código que está en constante desarrollo”, ha señalado Guardia. A su parecer, uno de los desafíos a superar es que blockchain sea “un software más estable”.

Lo mismo ocurre con la identidad digital. “Tiene una complejidad muy alta -ha afirmado la directiva-; hace falta adecuar la legislación actual a ese cambio de uso, que permita a los usuarios adueñarse y tener la soberanía de esa identidad”. La amenaza, en este caso, pasa a ser cultural. “No todo el mundo está preparado o quiere tener esa responsabilidad sobre sus propios datos”, ha apostillado Guardia.