Susana de Antonio (Euronext): “Los inversores necesitan un modelo de negocio probado”
La representante de Euronext en España considera que las empresas españolas aún están en una fase de desarrollo temprano como para contemplar el salto a bolsa, pero señala que algunos grupos como Cabify o Wallapop estarían listos para dar este paso.
Susana de Antonio es la actual directora delegada de Euronext en España. La directiva cuenta con más de dieciséis años de experiencia en el ámbito del venture capital y el private equity. De Antonio inició su carrera en la incubadora de negocios digitales Netjuice Capital, donde permaneció un año antes de unirse a Vista Capital, la sociedad de capital riesgo de Banco Santander. Siete años después de incorporarse a Vista Capital, la actual representante de Euronext en España pasó a ocupar el cargo de directora de inversiones en L Capital, el brazo inversor de LVMH, cargo que ocupó hasta el pasado agosto.
Pregunta: Para que el lector se sitúe, ¿qué es Euronext?
Respuesta: Euronext es un operador paneuropeo que opera en los mercados de valores y capitales de París, Ámsterdam, Bruselas y Lisboa. Tenemos la particularidad de que, de las 1.300 compañías que cotizan en nuestros mercados, 740 son pequeñas y medianas. Este es nuestro primer rasgo diferencial. El segundo es que de estas más de setecientas compañías, 330 son tecnológicas. Al tener una presencia paneuropea, el objetivo de Euronext es reforzarse como hub tecnológico para las pymes, convertirnos en el Nasdaq europeo.
P.: ¿Por qué han decidido entrar en España?
R.: Euronext es una empresa muy dinámica y siempre está buscando nuevas vías de crecimiento y nuevas vías para apoyar a las empresas. Consolidar el hub es una forma de ayudar a las compañías que ya están consolidadas en estos mercados. Cuantas más empresas, más inversores, con lo que el ecosistema se enriquece. Uno de los objetivos contemplados en el último plan estratégico de la compañía era estar presentes en Alemania, Suiza, Italia y España, que son los mercados de Europa continental en los que no operábamos pero en los que creemos que sí que hay un hueco y un mercado muy centrado en tecnología.
P.: La inversión en las compañías tecnológicas en el país ha ido in crescendo…
R.: Todo el mundo digital está en pleno auge de desarrollo. Hay una mayor oferta de inversión, tanto pública como privada, pero vemos que las fases más tempranas de las empresas son más “fáciles” de financiar ya que los fondos de venture capital españoles están muy centrados en capital semilla y en fases iniciales. En el momento en que las compañías empiezan a crecer, tienen que recurrir a fondos extranjeros o a consorcios de fondos internacionales, y esto complica la gestión de las empresas. Dar el salto a bolsa es una forma de conseguir financiación que permite al empresario mantener la independencia porque los accionistas no tienen voluntad de participar en la gestión. De esta forma, el empresario puede centrarse en hacer crecer su negocio, y no en gestionar los intereses particulares de cada accionista.
“Salir a bolsa aporta un mayor acceso a la financiación bancaria”
P.: Pero los fondos internacionales invierten cada vez más en España, ¿qué puede ofrecer el mercado de capitales ante estos actores?
R.: La independencia, que es muy importante porque la falta de esta lleva a muchas start ups a pensar que, cuando venga una oferta de compra, venderá, porque la gestión es muy complicada. Por otra parte, es cierto que vienen fondos internacionales, pero no todos. En el mercado de capitales, en cambio, tienen un acceso total a inversores internacionales. Al formar parte de un mercado paneuropeo, hay una mayor oferta. Además, una de las cosas que les aporta salir a bolsa es visibilidad a todos los efectos. También influye sobre la capacidad de atraer talento, muchas start ups tienen muchas dificultades a la hora de atraer y retener talento porque hay profesionales que buscan mayores incentivos. Al estar cotizada en bolsa, la compañía puede ofrecer incentivos ligados a la evolución de la valoración de esta. Otros factores: mayor acceso a la financiación bancaria y una mayor posibilidad de cerrar contratos con otras compañías, sobre todo para las start ups.
P.: ¿Los costes de dar el salto a bolsa no son demasiado elevados?
R.: Los costes de entrada son los más elevados, pero son bastante comparables a los de una ronda de financiación privada. Cuando plantean una ronda y organizan un proceso con venture capital tienen que pagar a asesores, abogados y otros. Estos costes son básicamente los mismos, quizás un poco más elevados, pero son medianamente comparables. En cuanto al coste de pertenecer a un mercado, es muy reducido.
P.: ¿La evolución del MAB ha sido uno de los factores determinantes en la falta de cultura de las empresas tecnológicas a la hora de plantearse el salto a bolsa?
R.: Desde Euronext no solemos referirnos a la evolución de otros mercados, como el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Aun así, hemos visto que las pymes no consideran una salida a bolsa como una solución de financiación viable, principalmente por la falta de conocimiento sobre la posibilidad de realizarla. De hecho, tienden a acudir a los bancos como primera fuente de financiación o a los fondos de capital riesgo o capital privado.
“Las sobrevaloraciones ocurren cuando un inversor no está familiarizado con un sector”
P.: En los últimos años se ha hablado de sobrevaloraciones de algunas empresas por parte del capital privado. ¿Puede ocurrir lo mismo el mercado de capitales?
R.: Las sobrevaloraciones normalmente ocurren cuando los inversores no están familiarizados con un sector, una empresa o un modelo de negocio o, también, cuando los inversores tienen presión para invertir.
P.: ¿Las tecnológicas españolas son lo suficientemente maduras para dar este salto?
R.: El ecosistema emprendedor se está desarrollando muy rápido pero sí que es cierto que estamos por detrás de otros países, especialmente de países del resto de Europa como Francia, Alemania, Reino Unido… Y de Estados Unidos, que siempre va unos pasos por delante. España ha empezado un poco más tarde, pero considero que está evolucionando muy rápido. La mayor parte de las compañías aún está en una fase inicial, pero hay ejemplos de otros grupos que se encuentran en un momento en el que podrían considerar una salida a bolsa sin ningún problema.
P.: ¿Cómo cuáles?
R.: Por ejemplo Cabify o Wallapop, que se encuentran en un momento de desarrollo bastante bueno, tienen un tamaño perfecto para considerar una salida a bolsa. Estos ejemplos, además, son muy buenos porque retroalimentan el ecosistema, animan a otros emprendedores a emprender y los mismos directivos de estos grupos terminan participando como mentores o business angels en otros negocios. El ecosistema se enriquece y desarrolla muy rápido.
“Los inversores continúan necesitando un modelo de negocio probado”
P.: La velocidad de la tecnología puede provocar que algunos modelos de negocio caduquen antes de alcanzar ese estadio. ¿Es una barrera?
R.: En un mundo en el que todo se desarrolla tan rápido, puede aparecer un nuevo modelo que acabe con otros, nunca se sabe. No es posible controlarlo, cada vez existen más tecnologías nuevas que se desconoce cómo van a afectar a las anteriores. Pero los inversores continúan necesitando un modelo de negocio probado, que funcione y que tenga un mercado potencial que propicie su crecimiento. Son modelos de negocio que tienen que ser muy eficientes, no es válido cualquier modelo.
P.: De las más de 300 empresas tecnológicas que cotizan en Euronext, ¿existe algún modelo de negocio o sector específico que sea más propenso a dar el salto a bolsa?
R.: El sector de ciencias de la vida (biotech y medtech) es el principal, con 81 emisores de 330, lo que representa un 25% del total. La razón detrás de esto es que las compañías de ciencias de la vida son muy intensas en capital y han encontrado en nuestros mercados el mayor grupo de inversores especializados en su segmento. Otros sectores importantes son el digital, con 17% de emisores, tecnología de hardware con 14% y cleantech con 13%.
P.: ¿Cuáles son los próximos objetivos de Euronext en España?
R.: No tenemos ningún objetivo predefinido en cuanto al número de empresas que entrarán a cotizar en Euronext porque es una decisión muy estratégica que debe tomar la empresa en el momento justo. Nuestros objetivos son cualitativos: incrementar el conocimiento de marca, tener presencia en el ecosistema y que las empresas, cuando se planteen llevar a cabo una ronda de financiación B o C, evalúen también una posible salida a bolsa.