Ericsson España reordena su cúpula tras la salida de uno de sus directivos históricos
Federico Olavarri, ex director comercial de la división industria y servicios, ha abandonado la compañía tras dieciocho años en la empresa. Carlos García Cadenas, que lidera la unidad de clientes global de Telefónica en Ericsson, tomará el relevo.
Ericsson España se despide de uno de sus directivos históricos. Pocos meses después de nombrar a José Antonio López Álvarez como nuevo presidente de la filial española y tras haber llevado a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) a finales de 2016, la empresa tecnológica continúa remodelando su cúpula y asiste a la salida de Federico Olavarri, que desde 2014 ostentaba el cargo de director comercial de la división industria y servicios.
La salida de Olavarri, que llevaba dieciocho años formando parte del equipo de Ericsson en España, se hizo efectiva a finales del pasado febrero, tal y como han confirmado fuentes de Ericsson a Kippel01. El directivo llevaba dos años ejerciendo como director comercial de la división Industria y Servicios de la compañía, un área desde la que apoyaba a los clientes de Ericsson en España, Portugal, Andorra y Gibraltar en su transformación digital, especialmente en los sectores de energía, transporte y automoción, y seguridad y emergencia.
Olavarri entró en Ericsson en 1991 y asumió el cargo del área del negocio multimedia de la cuenta de Telefónica Móviles. Desde entonces, el ejecutivo ocupó diversos cargos directivos como director de multimedia en la filial española de Vodafone, responsable de ventas en la división Transformation España o director de información para Grupo Telefónica Global.
Olavarri será sustituido en el cargo por Carlos García Cadenas, un directivo de la casa
Olavarri es ingeniero superior de Telecomunicaciones por la Universidad de Cantabria y MBA por IE Business School. Antes de unirse a Ericsson España, el ejecutivo trabajó durante dos años en la consultoría Europa Management Consulting.
Para suplir a Olavarri, Ericsson ha decidido aprovechar talento de la casa y nombrar a Carlos García Cadenas para que tome el relevo en España. García lidera, desde 2015, la unidad de clientes global de la cuenta de Telefónica en Ericsson, un puesto que se desconoce quién ocupará a partir de ahora. El directivo asumirá el puesto en las próximas semanas.
La entrada de 2017 ha traído importantes cambios para Ericsson España. A principios de año, la empresa nombró a José Antonio López, consejero delegado de la subsidiaria desde 2012, como nuevo presidente de la compañía. El directivo, que asumió el cargo oficialmente el pasado 1 de enero, tomó el relevo a Ingemar Naeve.
La plantilla de Ericsson en España también sufrió una fuerte sacudida a finales de 2016. En septiembre, la compañía anunció la puesta en marcha de un ERE que afectaría a 325 personas, una cifra que consiguió reducirse a 184 tras pactar un plan de recolocación con los sindicatos. El grupo ya había puesto en marcha un ERE en 2013 y otro en 2015, este último en el marco del plan de reducción de costes global que la matriz sueca puso en marcha a finales de 2014. Tras el último expediente de regulación de empleo, la plantilla de la compañía se cifró en 2.760 trabajadores.
En los últimos meses, Ericsson España ha nombrado a un nuevo presidente, ha llevado a cabo un ERE y se ha hecho con Abentel
En paralelo a su reestructuración laboral, Ericsson España ha llevado a cabo otros movimientos para ganar tamaño en el mercado español. El grupo firmó un acuerdo con Abentel, la filial de Abengoa, con el que asumió los activos, el negocio y los empleados de la teleco. La operación, cuyo importe no ha sido desvelado, forma parte de la voluntad de Ericsson de entrar en el negocio de redes de acceso de banda ancha fija, un mercado en el que competiría directamente con Nokia-Alcatel y los grupos chinos Huawei y ZTE.
Según los últimos datos disponibles, el negocio de Ericsson en España registró una cifra de negocio de 736 millones de euros en 2015, un 7,7% más que el ejercicio anterior. Por el contrario, el grupo contrajo su beneficio un 99%, pasando de ganar 18,1 millones de euros en 2014 a 6,4 millones de euros en 2015.
El desplome del beneficio de la filial española de Ericsson fue en línea con los resultados financieros que obtuvo la matriz en 2016. Según los últimos datos disponibles, el grupo sueco cerró el último ejercicio fiscal con un desplome del 86% de su beneficio neto, que pasó de 13.700 millones de coronas suecas (1.442,9 millones de euros) a sólo 1.900 millones de coronas suecas (200,1 millones de euros). Lo mismo ocurrió con su cifra de negocio, que se situó en 222.600 millones de coronas suecas (23.445,3 millones de euros), un 10% menos que el ejercicio anterior.