Alemania destruye fabricas mientras que Hungría crea 6.000 empleos con una nueva fábrica de BYD
BYD abrirá su primera fábrica en Hungría, creando 6,000 empleos y consolidando al país como un atractivo centro automotriz en Europa.
La empresa china BYD ha anunciado la apertura de su primera fábrica en Hungría a finales de 2025, un movimiento que se traducirá en la creación de 6,000 empleos en el país. Esta decisión se enmarca en un contexto en el que Hungría se ha convertido en un destino atractivo para las inversiones automotrices, gracias a sus bajos costos de energía y beneficios fiscales. La situación actual de los mercados energéticos en Europa ha favorecido a Hungría, que continúa comprando gas ruso, a diferencia de Italia y Alemania, lo que le otorga ventajas competitivas significativas.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha manifestado su confianza en que las empresas automotrices alemanas, como BMW, Mercedes y Audi, no solo mantendrán sus operaciones en Hungría, sino que también las expandirán. Este optimismo se debe en gran parte a las dificultades que enfrenta Alemania debido al aumento de los costos de energía, consecuencia de las sanciones impuestas a Rusia por la Unión Europea tras el inicio de la guerra en Ucrania. En este sentido, el costo del gas ha aumentado considerablemente en Alemania, impactando negativamente a su industria automotriz, incluida Volkswagen.
Hungría, que cubre el 80% de su demanda energética con hidrocarburos rusos, está actualmente en negociaciones con Gazprom para asegurar un aumento en el suministro de gas a partir de 2025 a través del gasoducto TurkStream. Sin embargo, esta dependencia energética podría complicar las relaciones del país con la Unión Europea si se decidieran cerrar los suministros rusos.
Budapest busca posicionarse como un nuevo centro automotriz en Europa, inspirándose en el pasado de ciudades emblemáticas como Detroit. La combinación de un ambiente económico favorable, un costo de energía bajo y planes de inversión en infraestructura automotriz ha atraído a importantes empresas del sector. En colaboración con CATL, BYD también ha iniciado un proyecto significativo que promete sumar más inversiones al ecosistema industrial húngaro, proyectándose como un centro de producción clave para vehículos eléctricos y baterías.
A medida que las empresas automotrices en Alemania enfrentan desafíos por los altos costos y la inflación, la industria en Hungría florece, viéndose respaldada por un entorno regulador más flexible y un acceso a energía más asequible. Sin embargo, este crecimiento rápido plantea interrogantes sobre la sostenibilidad y los recursos necesarios para mantener la actividad industrial en el país.