Antitrust inicia investigaciones a BYD, Tesla, Stellantis y Volkswagen por prácticas comerciales desleales en autos eléctricos
La Autoridad Garante de la Competencia investiga a importantes fabricantes de automóviles por presuntas prácticas engañosas en la comercialización de vehículos eléctricos.
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La Autoridad Garante de la Competencia, conocida como Antitrust, ha iniciado cuatro investigaciones en contra de importantes empresas del sector automotriz debido a "posibles prácticas comerciales desleales en la comercialización" de automóviles eléctricos. Las compañías bajo la lupa son la china BYD, la estadounidense Tesla, así como los gigantes europeos Stellantis y Volkswagen. La investigación se centrará en la información proporcionada a los consumidores, abarcando aspectos como la duración de la batería y el kilometraje declarado.
Este es un hito sin precedentes, especialmente considerando los retrasos en el desarrollo del mercado de autos eléctricos en Italia. La indagación iniciada por el Antitrust representa un punto de inflexión en el sector, sobre todo a las puertas de un posible aumento en la adquisición de vehículos eléctricos, aunque los números todavía no reflejen una tendencia clara en este sentido. De hecho, es como si la Autoridad estuviera enviando un mensaje a toda la industria: la competencia entre ustedes no debe perjudicar al consumidor, que tiene derecho a una información clara y veraz, especialmente en un contexto donde la lucha por cuotas de mercado es intensa.
El Antitrust ha declarado que las investigaciones se centran en las informaciones proporcionadas a los consumidores sobre la autonomía de los vehículos eléctricos. También se investigará la "pérdida de capacidad de la batería" y las limitaciones impuestas en la garantía convencional de las mismas, lo cual podría violar el Código del Consumo. En términos claros, el Antitrust alerta tanto a los fabricantes como a los consumidores sobre la necesidad de comprender adecuadamente las características de los vehículos que desean adquirir, especialmente en lo que se refiere a dos elementos técnicos clave: la distancia que se puede recorrer antes de necesitar una recarga y la durabilidad de la batería.
Los sospechas de la Autoridad son concretas: las informaciones ofrecidas a los consumidores no son claras e incluso pueden ser engañosas, especialmente en lo que respecta al kilometraje real de los modelos. En un comunicado oficial, se informa que "los operadores, en sus sitios web, habrían proporcionado datos genéricos —y a veces contradictorios— sobre la autonomía de los vehículos eléctricos comercializados, sin indicar claramente qué factores afectan el kilometraje máximo publicitado ni su impacto en el kilometraje real". Lo mismo ocurre con las baterías, un componente esencial de los vehículos eléctricos, ya que "los operadores no habrían proporcionado al consumidor de manera clara y completa la información sobre la pérdida de capacidad de las baterías a consecuencia del uso normal de los vehículos, ni las condiciones o limitaciones relacionadas con la garantía convencional de las baterías".
Actualmente, la investigación ya está en marcha, ya que las sedes en Italia de BYD, Stellantis, Tesla y Volkswagen han recibido la visita de funcionarios del Antitrust "con la ayuda del Núcleo Especial Antitrust de la Guardia de Finanza". Este proceso implica la adquisición de documentos. Posteriormente, la Autoridad comunicará los resultados oficiales de su investigación. En este punto, podrían imponerse multas, o bien, si las cuatro empresas deciden "colaborar", la Autoridad podrá acordar una serie de medidas para que las prácticas comerciales sean más justas en el futuro.
Es evidente que la intención del Antitrust parece ser esta última: dado que estamos al inicio de un posible auge en el mercado, con consumidores que en los próximos años se inclinarán cada vez más hacia vehículos de bajas o nulas emisiones, es importante establecer desde ahora las reglas del juego. Las automotrices deben competir, pero respetando las normativas vigentes, y los consumidores deberán estar atentos.
No es la primera vez que el Antitrust investiga el sector de la movilidad eléctrica. Hace dos años, abordó el caso de empresas del grupo Enel por "abuso de posición dominante". La investigación se centró en las tres compañías que operan como CPO –Operador de Punto de Carga: Enel X Way, Enel X Way Italia y Ewiva, esta última una joint venture creada con el grupo Volkswagen para establecer una red de carga de alta potencia, incluyendo en autopistas. Los cargos alegan que han comprimido los márgenes de los operadores que ofrecen carga eléctrica a los consumidores finales, practicando precios mayoristas que no aseguran una rentabilidad mínima. Sin embargo, aún no se han hecho públicas las conclusiones de esa investigación.