ARM cambia su estrategia al reclutar ejecutivos de Apple, Nvidia y Qualcomm
Arm está transformando su estrategia comercial al reclutar ejecutivos de sus clientes y competir directamente en el mercado de semiconductores, buscando diversificar sus ingresos.
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Arm está cambiando su estrategia comercial al reclutar ejecutivos de sus propios clientes, incluyendo gigantes de la industria como Apple, Nvidia y Qualcomm. Este movimiento refleja una competencia directa con estas empresas, ya que Arm busca diversificar sus ingresos y aumentar sus beneficios mediante la venta de sus propios chips, un cambio significativo de su anterior rol como proveedor neutral en el mercado de semiconductores.
La compañía británica ha intensificado sus esfuerzos para competir con Qualcomm, uno de sus principales clientes, al ofrecer CPUs para centros de datos a Meta. Esta competencia podría crear tensiones en la relación comercial entre Arm y Qualcomm, un hecho que ya se ha evidenciado en un litigio relacionado con tarifas de licencia, en el cual Arm perdió partes críticas del caso.
Aunque el CEO de Arm, Rene Haas, había declarado en diciembre que la empresa no fabricaría chips, documentos revelados por Reuters indican que desde noviembre ya se estaban buscando ejecutivos con experiencia para liderar la transición de la empresa hacia la venta de chips propietarios, especialmente en aplicaciones de inteligencia artificial en centros de datos y otros dispositivos.
Además, Arm está en una posición competitiva frente a Nvidia, según un análisis de J.P. Morgan, y ha mantenido conversaciones con Broadcom para desarrollar un chip de inteligencia artificial personalizado para centros de datos. Este tipo de contratos podría generar unos ingresos de hasta $30 mil millones para Broadcom, evidenciando aún más la transformación del mercado de chips, que podría estar en la cúspide de una gran revolución.
Con estas iniciativas, Arm parece estar listo para reconfigurar el panorama de la industria de semiconductores, planteando interrogantes sobre el futuro de sus relaciones comerciales con sus clientes tradicionales al convertirse en un competidor directo en el sector.