¡Bang bang! De Inta a Aitex: las ‘cunas’ de la innovación que nutren a la industria militar

Trajes de protección individual con membranas poliméricas de nanofibras multicapa y carbón activo que alertan de la presencia de agentes de guerra química, un sistema que ayude a la detección precoz de amenazas biológicas o la investigación sobre los usos del grafeno. Pueden parecer proyectos de Black Mirror, pero no, son algunas de las últimas investigaciones lideradas por la industria miliar española.

Históricamente, la industria militar ha sido uno de los grandes dinamizadores del sector tecnológico en el país. Desde los primeros usos de Internet al uso de los drones y la robótica, la industria militar ha mantenido una relación constante con gigantes del sector como Indra, o empresas como Hispasat, Tecnobit o Informáticas El Corte Inglés.

Las compañías, no obstante, no son las únicas que han estrechado sus lazos con la industria militar. Desde la creación del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial Esteban Terradas hasta el Instituto Tecnológico Textil Aitex, pasando por departamentos como el de Ingeniería y Control Automático de la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Complutense de Madrid o el Centro de Láseres Pulsados Ultraintensos de la Universidad de Salamanca, la ciencia española también ha nutrido a la industria militar española.

Aitex ha trabajado en tres proyectos de investigación para la industria militar

A modo de ejemplo, el Instituto Tecnológico de la Marañosa (que se engloba bajo el paraguas del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial Esteban Terradas), ha participado junto al Instituto de Tecnología Nanofotónica de la Universidad Politécnica de Valencia en el proyecto Biotype.

Este proyecto, que se enmarca en uno de los programa de investigación de la Agencia Europea de Defensa, está enfocado en la implementación de un sistema de sensado que ayude a la detección precoz e identificación de amenazas biológicas. En el proyecto también ha participado la empresa DAS Photonics.

El  Instituto Tecnológico Textil Aitex, por su parte, ha liderado el proyecto de diseño y desarrollo de una nueva generación de trajes de protección individual basada en membranas poliméricas de nanofibras multicaba y carbón activo modificado que incorporan puntos cuánticos con una doble función: alertar de la presencia de agentes de guerra química y de la saturación del traje.

El Gobierno invertirá unos 680 millones de euros en I+D+i en Defensa

Aitex también ha participado en otros dos proyectos en el pasado, uno centrado en el desarrollo de una armadura ligera para protección corporal que realizó en colaboración con Francia y Portugal. El segundo se enfocó en la evaluación de la incorporación de nuevos materiales basados en matrices poliméricas para la protección de la cabeza frente a impactos balísticos.

“Está ampliamente reconocido el enorme impacto que el desarrollo tecnológico tiene en los sistemas de defensa”, reconoce el Gobierno español en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2018. De los 8.086,7 millones destinados a Defensa, 678,71 millones están previstos para la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), lo que representa un incremento del 9,6% en relación a los presupuestos de 2017 y un 8,39% sobre el gasto total militar.

El avance de la tecnología en la última década conlleva una serie de cambios radicales que han impactado de lleno en los ámbitos de seguridad y defensa. El informe Tecnología con sello europeo 2018, elaborado por Spain Defence&Security Industry (IDS), señala que este contexto, sumado a la decisión de la Unión Europea de acudir con todos sus recursos en apoyo de estas áreas, “está cambiando de manera muy acelerada la forma en que hemos concebido tradicionalmente aspectos como el desarrollo de capacidades militares o, más particularmente, la investigación tecnológica en defensa”.

Tecnalia, el CAR o la Universidad Complutense de Madrid también colaboran con la industria militar española

El centro tecnológico Tecnalia es otra de las entidades que colaboran con la industria militar española. En la actualidad, la entidad está trabajando junto a la Universidad de Cartagena en un proyecto que tiene como objetivo estudiar las propiedades y posibles aplicaciones del grafeno en defensa.

En el lado de la robótica, el Centro de Automática y Robótica (CAR), del CSIC-UPM, trabaja codo con codo con Everis y Softwcare en la elaboración de un estudio para la Agencia Europea de Defensa sobre vehículos terrestres no tripulados de uso militar. En el marco de este proyecto también se está intentando definir los requisitos legales, técnicos y de seguridad que deben cumplir estos vehículos para que puedan introducirse en espacios públicos compartidos.

La Universidad Complutense de Madrid también ha firmado uno de los proyectos de investigación de la industria militar española. En concreto, el Departamento de Ingeniería de Sistemas y Control Automático de la Facultad de Ciencias Físicas se ha encargado del desarrollo, las pruebas y la evaluación de las herramientas y metodologías relacionadas con las tecnologías de enjambre (swarms) de vehículos aéreos y navales no tripulados bajo el sistema Network Enabled Capability (NEC), según recoge el estudio de IDS.

Por último, la Universidad de Salamanca participará en el estudio de la Agencia Europea de Defensa, llamado Critical components for military lasers and advantages and use of wide area sensor technologies on UAV. Lo hará a través del Centro de Láseres Pulsados Ultraintensos, que colaborará junto a Aertec Solutions en el desarrollo de un demostrador láser que contribuya a la protección frente a misiles guiados por infrarrojos.