Bipi se marca un Netflix: pone en marcha su servicio de suscripción y prepara otra ronda de financiación
La compañía, propiedad de Llollo Mobility, ofrece desde el pasado abril un servicio de suscripción que permite el acceso a cualquier vehículo de su flota. El grupo prepara su salto a Europa y prevé captar más de 2,5 millones antes de que finalice el año en una nueva ronda.
Bipi arranca con su nuevo servicio de suscripción en España y vuelve a la caza del capital. Tras varios meses ultimando los preparativos, la plataforma de alquiler de coches ofrece desde el pasado 1 de abril dos modalidades de suscripción que, siguiendo el modelo Netflix, permite a los usuarios acceder a cualquiera de los coches de su flota.
Disponible en Madrid, Barcelona y Valencia, el nuevo servicio de Bipi se vertebra en dos modalidades. Por un lado, un plan de suscripción de diez días que, por 199 euros al mes y, por otro lado, un plan mensual de treinta días que, desde 400 euros al mes, busca erigirse como la alternativa al renting. En ambos casos, la permanencia mínima es de dos meses y el precio incluye mantenimiento, seguro y asistencia en carretera.
La empresa realizó una primera incursión en ciudades como Bilbao, Málaga o Palma de Mallorca, aunque finalmente ha replegado velas debido a su estacionalidad turística, lo que dificulta la venta de suscripciones mensuales, por ejemplo.
Bipi estima que el ahorro de escoger un plan de suscripción frente a tener un coche en propiedad es del 65%. La idea, en todo caso, es buscar una solución ante una perspectiva de futuro en la que el concepto de propiedad de un coche desparecerá, expone Hans Christ, consejero delegado de Bipi, a Kippel01.
Bipi puso en marcha su servicio de suscripción el pasado 1 de abril
En opinión de Christ, las opciones de movilidad que actualmente están operativas en España no se adaptan a las necesidades de los usuarios, sino que son estos quienes se están adaptando a la oferta que hay. “El sector está sobrepoblado de empresas que ofrecen servicios para unos veinte minutos de trayecto”, considera el directivo.
Del mismo modo que Netflix permite compartir la suscripción con otras personas o Spotify cuenta con un plan familiar, Bipi prevé también lanzar una suscripción compartida que de acceso, en el caso de la suscripción de diez días, a hasta cuatro personas más. La empresa continúa ofreciendo su servicio de alquiler por días, aunque Christ prevé que el servicio de suscripción gane peso en los próximos meses. “La gente quiere flexibilidad”, asegura.
Aunque uno de los principales hándicaps de los servicios de suscripción es el churn (que se refiere a la tasa de cancelación o al número medio de suscriptores que se dan de baja), el consejero delegado de Bipi explica que la tasa de recurrencia es muy elevada. “Si el usuario necesita un vehículo este mes y el siguiente, difícilmente dejará de necesitarlo al tercer mes”, explica.
La empresa captó 2,5 millones de euros en una ronda liderada por Kibo Ventures
En paralelo al nuevo servicio, Bipi prepara una nueva ronda de financiación para ganar músculo financiero antes de que finalice el año. El pasado septiembre, la compañía anunció el cierre de una ronda de financiación de 2,5 millones de euros liderada por Kibo Ventures. De cara a esta próxima ronda, la empresa prevé que sea mayor que la anterior y que implique la entrada de un socio europeo.
Ello le permitirá dar el salto a Europa, según ha explicado Christ. En una entrevista con Kippel01 el pasado enero, el grupo no descartaba entrar en urbes como Lisboa o París. “Queremos entrar en ciudades grandes donde tener un coche en propiedad sea difícil”, indica el directivo.
Además, la empresa busca socios en la industria de la automoción para cerrar acuerdos estratégicos que le permitan ampliar su flota de vehículos, que en la actualidad asciende a 400. Tesla, Ssangyong, BMW o Infiniti son algunos de los fabricantes con los que ya trabaja Bipi, que prevé alcanzar entre cinco y ocho millones de facturación en los próximos doce meses.
“En los próximos cinco o diez años, prevemos que el coche en propiedad desaparecerá y dejará paso a los servicios de movilidad -vaticina Christ-; en los próximas décadas llegará el autónomo y el cliente estará suscrito a una plataforma que le enviará los coches cuando y donde quiera”.