BlackRock sigue los pasos de J.P. Morgan y Citi al dejar la iniciativa de cero emisiones
BlackRock abandona la Net Zero Asset Managers Initiative, sumándose a otras grandes firmas de Wall Street bajo crecientes críticas por sus políticas climáticas.
BlackRock ha decidido abandonar la Net Zero Asset Managers Initiative, una organización internacional que se formó tras la COP 26 de Glasgow y que agrupa a los principales actores en el mercado de gestión de activos comprometidos con la lucha contra la crisis climática. Esta decisión convierte a BlackRock en la última y más grande firma de Wall Street en tomar este rumbo, siguiendo los pasos de otros gigantes como J.P. Morgan, Citi y Bank of America.
La compañía, que gestiona más de 11 billones de dólares, ha enfrentado críticas por parte de políticos republicanos en Estados Unidos, quienes la acusan de promover políticas que ellos califican de "woke". Recientemente, BlackRock fue mencionada en una demanda presentada por el estado de Texas, que alega violaciones a las leyes antimonopolio debido a la adopción de estrategias climáticas que limitan la producción de carbón.
Además, la empresa fue citada en un informe de la Comisión de Justicia de la Cámara, que encontró "pruebas de colusión y comportamiento anticompetitivo" en el sector financiero relacionado con la imposición de objetivos ESG a las empresas estadounidenses. Este panorama ha dado lugar a una creciente confusión sobre las prácticas de BlackRock y ha ocasionado investigaciones legales por parte de varios funcionarios públicos.
A pesar de su salida de la Net Zero Asset Managers Initiative, BlackRock ha esclarecido que esta decisión no alterará su enfoque en la gestión de activos ni en el desarrollo de productos y soluciones para sus clientes. La firma sostiene que continúa evaluando los riesgos materialmente relacionados con el clima, destacando que dos tercios de sus clientes globales están comprometidos con la reducción de emisiones a cero.
El CEO de BlackRock, Larry Fink, se ha posicionado como un defensor de las estrategias ESG, dedicando parte importante de sus cartas anuales a la necesidad de que las empresas presten atención al cambio climático y otras cuestiones sociales. Sin embargo, tras las críticas recibidas, Fink ha optado por dejar de utilizar el término ESG, indicando que se ha vuelto "demasiado politicizado".