BMW se une a productores chinos contra aranceles de la UE sobre vehículos eléctricos
BMW se une a productores chinos en un recurso legal contra los aranceles de la UE sobre vehículos eléctricos, que podrían afectar su competitividad en Europa.
BMW ha decidido unirse a importantes productores chinos como BYD, Geely y SAIC en un recurso presentado ante la Corte de Justicia de la Unión Europea, en oposición a los altos aranceles impuestos por la UE sobre los vehículos eléctricos fabricados en China. Estos derechos de importación, que entrarán en vigor a finales de octubre de 2024, afectan considerablemente a BMW, que debe afrontar un arancel del 20,7% por sus modelos eléctricos producidos en el país asiático, como la Mini Cooper y la Mini Aceman.
El recurso se presentó un día antes de la fecha límite para la oposición y podrá tardar en resolverse hasta 18 meses. Este movimiento pone a BMW en alianza con varias empresas chinas y la Cámara de Comercio de Automóviles de China (CCCME) en su intento por anular estas medidas de la UE, que han sido consideradas disruptivas para la industria automotriz europea y, en particular, para los consumidores europeos.
Ante estas dificultades, los fabricantes chinos están buscando estrategias para evadir los aranceles, abriendo fábricas directamente en suelo europeo. BYD ha confirmado planes de establecer una planta en Hungría, mientras que Geely está considerando Polonia y otras empresas, como Chery y Great Wall, están explorando diferentes ubicaciones en Europa. Esta expansión no solo busca evitar las tarifas, sino también fortalecer la presencia de estas marcas en el mercado local.
Además, Pekín está impulsando la creación de Gigafábricas de baterías en Europa, lo que aumentaría su influencia en la cadena de suministro de vehículos eléctricos. Actualmente, hay al menos siete fábricas de baterías en funcionamiento o en camino de ser establecidas, destinadas a abastecer tanto a marcas europeas como chinas. Este avance tecnológico acentúa el dominio chino en el sector eléctrico, lo que podría complicar aún más la competitividad europea en el futuro.
La situación ha llevado a la previsión de un aumento en los precios de los vehículos eléctricos en Europa debido a los aranceles, lo que podría frenar el progreso de la electrificación y afectar la aceptación de estas tecnologías entre los consumidores. La presión política, particularmente de la izquierda alemana, ha generado un clima complicado para abordar la competencia con fabricantes asiáticos, dejando a las marcas europeas, como BMW, en una posición vulnerable frente a un panorama global que cambia rápidamente.