El desarrollador chino de juegos IGG escoge Barcelona para instalar su sede europea
El gigante asiático constituirá un equipo en la ciudad catalana para establecer su primer hub en el negocio europeo, donde opera en España, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia.
El tejido empresarial chino continúa desembarcando en Europa. IGG, uno de los desarrolladores de juegos más importantes de China, ha escogido Barcelona para instalar su sede europea, un movimiento que actualmente está tramitando con Acció y Barcelona Activa, las agencias públicas para empresas de la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de la capital catalana.
La creación de esta sociedad quedará constituida este mes y comenzará a funcionar con las 23 personas que ahora están repartidas en los cinco mercados europeos en los que opera: España, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia. Según ha confirmado Enric Cabestany, responsable de la nueva filial, a La Vanguardia, el objetivo es disponer de un equipo de sesenta personas a finales de 2018.
IGG espera atraer el talento internacional desde su ubicación en Barcelona. Para la empresa, el ecosistema de la ciudad es lo bastante potente como para lograrlo. King (desarrollador de Candy Crush), Ubisoft, Zeptolab, Gameloft, Scopely, Riot Games y TakeTwo son otros de los jugadores situados en la localidad.
La compañía, que ha desarrollado títulos como Lords Mobile y Castle Clash, tiene 1.400 empleados en todo el mundo, mil de ellos sólo en China. Su sede social está situada en Singapur y cuenta con oficinas en Hong Kong, China continental, Japón, Corea del Sur, Tailandia, Filipinas, Emiratos Árabes, Bielorrusia, Estados Unidos y Canadá.