Elon Musk reduce el 10% del personal de la NHTSA en medio de preocupaciones sobre la seguridad de Tesla
La decisión de Elon Musk de recortar el personal de la NHTSA genera inquietudes sobre la seguridad de los vehículos autónomos y la regulación efectiva.
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El Department of Government Efficiency (DOGE), encabezado por Elon Musk, ha decidido reducir el 10% del personal de la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), un ente fundamental encargado de la seguridad vial en Estados Unidos. Esta medida, enmarcada dentro de un enfoque más amplio del gobierno de Donald Trump para disminuir costos en la administración pública, ha suscitado serias preocupaciones sobre la seguridad de los vehículos Tesla, especialmente en un momento en que Musk busca eliminar las restricciones sobre la conducción autónoma para potenciar su negocio de Cybercab.
Los despidos se concentran especialmente en empleados que aún están en periodo de prueba, y de entre los aproximadamente 800 trabajadores de la NHTSA, se estima que entre 70 y 80 perderán su puesto, incluyendo a tres de los siete expertos que se dedicaban a analizar la seguridad de los vehículos autónomos. Ingenieros sin trabajo han expresado su preocupación, señalando que la reducción de personal limitará seriamente la capacidad del gobierno para evaluar si los Tesla son vehículos seguros.
A pesar de la importancia de la NHTSA en la supervisión de la seguridad vial, Musk continúa presionando para facilitar la investigación y pruebas en conducción autónoma. En este sentido, el empresario sabe que la competencia en esta área es feroz, enfrentándose no solo a firmas como Alphabet (con su proyecto Waymo) y Amazon (con Zoox), sino también a avances significativos de fabricantes chinos en tecnología eléctrica y autónoma.
El deseo de Musk de abrir camino en una regulación más laxa se vuelve aún más relevante dada la creciente presión para que Tesla logre un liderazgo definitivo en el sector. La empresa está apostando por su modelo Cybercab, que promete un sistema de conducción completamente autónomo y que prescinde de los tradicionales mandos. Mientras Tesla sigue lidiando con numerosos incidentes relacionados con la conducción asistida, donde muchos de los problemas reportados han sido atribuibles a conductores no capacitados, el camino hacia la autonomía total requiere un entorno regulatorio que permita experimentar en condiciones de seguridad adecuadas.
Sin embargo, la relación de Musk con la administración Trump ha generado inquietudes sobre posibles conflictos de interés, especialmente considerando que estos despidos podrían afectar gravemente la capacidad de regulación de un sector donde su empresa juega un papel protagónico. Críticos han señalado que Musk debería elegir entre su rol en Tesla y sus obligaciones gubernamentales para evitar cualquier percepción de favoritismo en la formulación de políticas relacionadas con la industria automotriz.