Eurona, entre la espada y Magnetar: deberá ganar más de 13,5 millones para cumplir objetivos

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Eurona, entre la espada y Magnetar: deberá ganar más de 13,5 millones para cumplir objetivos

Una de las condiciones de obligado cumplimiento a partir del presente ejercicio para Eurona es que obtenga un ebitda superior a 13,5 millones de euros. El grupo prevé que podrá cumplir con las condiciones.

Descripción

Eurona y Magnetar Capital superan los primeros escollos del ejercicio 2017. La compañía de telecomunicaciones consiguió el pasado 26 de abril que el fondo de inversión no declarará el vencimiento anticipado del préstamo que firmaron en octubre de 2017 por valor de 46,8 millones de euros. El incumplimiento de los ratios financieros no ha echado atrás a Magnetar, pero las condiciones del préstamo se incrementan en el presente ejercicio: Eurona deberá alcanzar un resultado bruto de explotación (ebitda) superior a los 13,5 millones de euros si quiere cumplir con su prestamista.

Esta es una de las condiciones que contempla el acuerdo sellado entre ambos grupos. La otra es el cumplimiento del ratio a nivel consolidado de deuda bruta/ebitda no superior a 6,5 veces a partir del 31 de diciembre de 2018. En ambos casos, las magnitudes son de obligado cumplimiento a partir del presente ejercicio.

Eurona, que el pasado marzo anunció un proceso de despido colectivo como parte de su nuevo Plan de Negocio 2018-2022, estima que cumplirá con las obligaciones financieras impuestas por Magnetar Capital. Un ebitda superior a 13,5 millones de euros supondría multiplicar su resultado bruto de explotación actual por más de dos. A cierre del ejercicio, este se situaba en cinco millones de euros, según la información proporcionada por la empresa.  

El 24 de octubre de 2017, Eurona firmó un acuerdo de préstamo con Realta Investments Ireland DAC (perteneciente al grupo Magnetar) por el que se le concedió 46,8 millones de euros, de los que 1,8 millones de euros fueron capitalizados en el momento inicial. Las condiciones sujetas a dicho préstamo, que vence el 3 de noviembre de 2022, contemplaban a un interés anual de Euribor sumado a un diferencial del 9,25%, así como una tasa adicional calculada sobre el 20% del diferencial entre cien millones de euros y el valor estimado del grupo por un tercero independiente a la fecha del contrato.

Por otra parte, el contrato estipulaba distintas magnitudes financieras de obligado cumplimiento, aplicables a cierre del ejercicio. Por una parte, el nivel máximo de capex a invertir por el grupo. Por otra parte, un ratio de deuda bruta/ebitda inferior a cinco veces para Quantis Global, y un ratio de deuda bruta/ebitda inferior al 4,5 para la sociedad Eurona Telecom Services. Ninguna de estas dos magnitudes se cumplió a cierre del ejercicio 2017, según consta en las cuentas remitidas al Mercado Alternativo Bursátil (MAB).

Eurona concluyó el ejercicio 2017 con una facturación de 118,77 millones de euros, por debajo de los 167 millones de euros que tenía previstos alcanzar según su Plan de Negocio 2016-2020. Las pérdidas del grupo de telecomunicaciones se elevaron de 10,8 millones de euros en 2016 a 28,25 millones de euros el pasado ejercicio.

Por mercados, España generó 107,08 millones de euros, un 70,6% más que el año anterior. El resto se repartió entre Europa, Latinoamérica y África. A cierre del ejercicio, la plantilla de Eurona ascendía a 281 empleados, que generaron un gasto de 9,34 millones de euros.

La compañía que preside Belarmino García (que tomó posesión del cargo en enero) ya ha iniciado las negociaciones con sus trabajadores. Según Eurona, la “integración de las estructuras de las sociedades del grupo le permitirá aprovechar sinergias y eliminar duplicidades, adecuando la plantilla a las necesidades productivas actuales y a las posibilidades reales del negocio”.

De cara al próximo ejercicio, la compañía apuesta por las tecnologías 4G y 5G como dinamizadores de su negocio. Las elevadas pérdidas de Eurona ponen en duda la aplicación del principio de empresa en funcionamiento, exponen los auditores. Desde la empresa aseguran que “el grupo se encuentra todavía en fase de ejecución de grandes inversiones para el lanzamiento de su actividad y aún no ha alcanzado el volumen suficiente que le permita obtener resultados positivos”.

El nuevo plan de negocio aprobado por los administradores de la sociedad, por tanto, contempla una serie de medidas y estrategias que impulsen el negocio de Eurona. Entre ellas: la extensión de sus servicios a nuevas zonas a través de acuerdos con empresas distribuidoras e instaladoras, la presentación a concursos públicos que resulten de interés para el grupo, la captación de nuevos abonados como motor de sus filiales y la finalización del proceso de integración de Hablaya y Quantis.