Eurona, vuelta de tuerca: reestructura deuda y ordena su capital para superar 250 millones de valoración en 2022
El nuevo plan de negocio de la compañía de telecomunicaciones contempla elevar su resultado bruto de explotación (ebitda) hasta 20,2 millones de euros en 2022. El negocio satelital, el sector marítimo y su expansión en África serán algunos de los motores de la empresa.
Eurona reordena sus prioridades para llegar a buen puerto. Tras anunciar un plan de despido colectivo en marzo por no haber cumplido con los objetivos marcados para 2017, la empresa ya tiene clara su hoja de ruta para 2018-2022, periodo que pretende culminar con un valoración de 258 millones de euros.
Desde el grupo aseguran que, teniendo en cuenta la capitalización bursátil actual (que asciende a 54,8 millones de euros) y el resultado bruto de explotación (ebitda) de los últimos doce meses (LTM, por sus siglas en inglés), el grupo cotiza a un múltiplo de ebitda de 12,8. Si Eurona cumple con el objetivo de alcanzar un ebitda de 20,2 millones en 2022 y asume el mismo múltiplo, la valoración de la empresa sería de 258 millones a cierre de año.
Esta es la “expectativa de retorno” que el grupo contempla para sus accionistas, según consta en la presentación a los accionistas de la sociedad expuesta por Fernando Ojeda, consejero delegado de Eurona. Esta estimación forma parte del nuevo plan de negocio 2018-2022 de la compañía, el cual incluye una restructuración de la deuda y la reordenación de la estructura de capital y societaria del grupo.
Eurona tiene previsto alcanzar un ebitda de 20,2 millones de euros en 2022
“Eurona ha redefinido su plan de negocio con el objetivo de focalizarse en la rentabilidad operativa y el crecimiento sostenible -indica la empresa en la presentación remitida al Mercado Alternativo Bursátil (MAB)-; para su correcta implementación, ha sido necesario reordenar el pasivo financiero y dotar al grupo de nueva financiación”.
De una parte, la sociedad ha suscrito un contrato de espera (lock-up agreement), aprobado por unanimidad por el consejo de administración, por el que los principales acreedores financieros suspenden el ejercicio de sus derechos de resolución y vencimiento anticipado hasta “la fecha en que tenga lugar la ejecución de la reestructuración”. La fecha máxima estimada de este proceso será el 28 de febrero de 2019.
Este acuerdo implica también una inyección de liquidez de hasta veinte millones por parte de Magnetar Capital, que tendrá como objetivo asegurar la normalidad de las operaciones de Eurona hasta que se produzca una segunda inyección de fondos. Por otro lado, el grupo de telecomunicaciones decidió crear una nueva sociedad (llamada NewCo) en la que aglutina las unidades de negocio de satélites, wifi y fixed wireless
Esta sociedad estará abierta a los acreedores. En un inicio, Magnetar Capital ostentará el 25% hasta que entren nuevos fondos. Los acreedores podrán controlar hasta el 60% del capital sociedad y de los derechos de voto a partir del 1 de enero de 2019.
La empresa ha segregado algunos de sus principales activos en una nueva sociedad
En paralelo, Magnetar y otras entidades invertirán hasta treinta millones de euros en esta nueva sociedad. La empresa destinarán este importante “a repagar en su integridad la línea de liquidez por importe de veinte millones de euros mencionada anteriormente”, indican desde el grupo.
En términos financieros, Eurona prevé incrementar sus ventas en 26 millones, hasta alcanzar 146,2 millones a cierre de 2022. El negocio de satélites, el incremento de contratos para la explotación de servicios wifi en varios aeropuertos de Latinoamérica o un mayor nivel de ingresos en los segmentos business-to-consumer (B2C) y residencial en España son algunas de las palancas de crecimiento identificadas por la empresa.
Ello le permitirá, además, incrementar su margen bruto en diez millones de euros, pasando de 24,6 millones a cierre de 2017 hasta 34,2 millones de euros a finales de 2022. El incremento del ebitda previsto por la empresa vendrá condicionado por la reducción de los costes de personal en España en 300.000 euros tras la salida de 66 empleados. El grupo estima también unos ahorros operacionales de 1,2 millones de euros.