Ford considera recortar hasta 4.000 empleos en Europa para reducir costes ante la baja demanda de eléctricos
Ford lanza el Puma Gen-E, su nuevo eléctrico asequible, en medio de desafíos de demanda y ajustes en su estrategia de transición hacia vehículos eléctricos en Europa.
Ford ha presentado su nuevo modelo eléctrico, el Puma Gen-E, diseñado para conquistar el mercado europeo con un precio accesible de poco más de 30.000 euros. Este lanzamiento es parte de la estrategia de la compañía para diversificar su gama de vehículos eléctricos, que ya incluye los modelos Explorer y Capri. Sin embargo, la introducción de la Puma Gen-E se produce en un contexto complicado, ya que los recientes resultados de estos modelos han sido decepcionantes, llevando a la automotriz a reducir su producción debido a la baja demanda.
La situación ha llevado a Ford a reevaluar sus planes de expansión en el sector eléctrico. La planta de Colonia, donde se realizó una inversión de 2 mil millones de dólares para la producción de vehículos eléctricos, ha tenido que realizar ajustes en su producción, afectando especialmente a los modelos Explorer y Capri, cuyo desempeño en el mercado ha sido inferior a las expectativas. Según explicaron fuentes de la empresa, la inversión inicial se basaba en la expectativa de un continuo apoyo político hacia la transición a vehículos eléctricos, algo que la realidad actual ha demostrado ser diferente.
Además, Ford ha tenido que revisar su ambicioso objetivo de convertirse en un fabricante exclusivamente eléctrico en Europa para 2030, y ha considerado la posibilidad de recortar hasta 4.000 empleos como parte de un esfuerzo por reducir costos. Christian Weingärtner, CEO de Ford Alemania, identificó dos barreras principales para la adopción de vehículos eléctricos: la insuficiente infraestructura de recarga y la falta de incentivos eficaces para los consumidores que deseen hacer la transición a este tipo de vehículos.
A pesar de estos desafíos, Weingärtner se mostró optimista sobre el futuro de los vehículos eléctricos, afirmando que la compañía cuenta con los recursos necesarios para alcanzar una proporción significativa de vehículos eléctricos en el mercado alemán. Subrayó que la verdadera dificultad no es tecnológica, sino estructural, ya que los consumidores aún son reacios a incorporar un automóvil eléctrico a sus vidas debido a las limitaciones existentes en infraestructura y apoyo gubernamental.