Foxconn une fuerzas con Softbank para adquirir el negocio de chips de Toshiba

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Foxconn une fuerzas con Softbank para adquirir el negocio de chips de Toshiba

El grupo taiwanés, uno de los principales proveedores de Apple, ya había presentado una oferta de compra por un importe de alrededor de 25.500 millones de euros a mediados de abril.

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Foxconn refuerza su posición como posible comprador del negocio de chips de Toshiba. La tecnológica taiwanesa, uno de los principales proveedores de Apple, negocia una posible alianza con el gigante nipón Softbank para hacerse con dicha división, que ha despertado el interés de grupos como la firma de capital riesgo Silver Lake o el fabricante Broadcom.

Según Nikkei, la compañía contaría con el respaldo financiero de Softbank y de entidades bancarias japonesas, lo que podría apaciguar las reticencias de las autoridades niponas a la hora de permitir que el negocio de Toshiba cayera en manos de un grupo extranjero. A mediados de abril, Foxconn ya había presentado una oferta de compra por un importe de alrededor de 25.500 millones de euros.

La competencia por hacerse con esta rama de Toshiba es elevada. Por una parte, la estadounidense Western Digital, que ha invertido en la planta de Yokkaichi donde el grupo fabrica los chips, ha reclamado derechos de negociación exclusivos para hacerse con el negocio, negándose a transferir las instalaciones a terceros.

Por otra parte, medios nacionales aseguran que el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón trata de agrupar entidades financieras y grupos locales para adquirir una participación mayoritaria de esta división de Toshiba. Las últimas informaciones señalan que Apple podría unirse a la puja.

Toshiba decidió poner a la venta su filial de chips como medida para paliar la crisis financiera que le acarreó su negocio nuclear, que se declaró en quiebra a finales de marzo. En la actualidad, el grupo ha llegado a cuestionarse la viabilidad de su negocio, después registrar unas pérdidas de 532.500 millones de yenes (4.357 millones de euros) en los nueve primeros meses del ejercicio 2016.

La compañía nipona también estudia la posibilidad de vender su negocio de televisores domésticos, lo que se traduciría en el abandono por completo de la fabricación de estos dispositivos.