Google retira su compromiso con la verificación de hechos antes de la entrada en vigor de la DSA
Google ha decidido abandonar sus compromisos de verificación de hechos justo antes de la implementación de la Ley de Servicios Digitales en la UE, desafiando nuevas regulaciones.
Google ha decidido retirar todos los compromisos relacionados con la verificación de hechos justo antes de la implementación del Código de Conducta de la Ley de Servicios Digitales (DSA) en la Unión Europea. Esta decisión se alinea con movimientos recientes de otras grandes tecnológicas, como la de Elon Musk en X y Mark Zuckerberg en Instagram, Threads y Facebook, que también optaron por desacoplar la verificación de contenido de sus plataformas, lo que marca una tendencia preocupante en el sector tecnológico.
La DSA establece requisitos mandatorios para las plataformas en línea en la UE, incluyendo la verificación de datos como una herramienta esencial para combatir la desinformación. Sin embargo, Google ha manifestado su resistencia a acatar estas regulaciones, recientemente enviando una carta a la Comisión Europea en la que, a través de Kent Weller, presidente de asuntos globales de Alphabet, comunica su intención de 'retirarse de todos los compromisos de verificación de hechos'.
Esto representa un cambio significativo, ya que hasta hace poco los compromisos eran voluntarios, pero con la entrada en vigor de la DSA pasan a ser de obligado cumplimiento. Google había sido uno de los firmantes de un código voluntario de buenas prácticas en 2022, junto a otras 40 plataformas, como Adobe, Microsoft, Meta, TikTok y Twitch. Sin embargo, ahora la empresa recalca que la verificación de hechos 'simplemente no es apropiada ni efectiva para [sus] servicios'.
En su carta, Weller destacó la efectividad del sistema de moderación de contenido de Google para atender los desafíos de la desinformación, especialmente durante el reciente ciclo de elecciones globales. Google también anunció que continuará invirtiendo en alternativas para combatir la desinformación, como su marca de agua Synth ID y divulgaciones de inteligencia artificial en YouTube. Esta postura marca una clara resistencia a cumplir con las exigencias del bloque europeo, lo que podría tener repercusiones significativas en su operación dentro de la región.
A pesar de que Google se había comprometido en el pasado a mejorar sus estrategias de moderación, la realidad es que se había opuesto a muchos de los compromisos relacionados con la verificación de datos. Con esta retirada, Google se coloca en una posición de desafío frente a las nuevas normativas de la UE, lo que indica que la lucha contra la desinformación en plataformas en línea será un tema candente en los próximos meses.