Indonesia prohíbe la venta del iPhone 16 en medio de la lucha por aumentar la producción local de tecnología

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Indonesia prohíbe la venta del iPhone 16 en medio de la lucha por aumentar la producción local de tecnología

El presidente indonesio Prabowo lucha por elevar el crecimiento económico mientras enfrenta tensiones con Apple por regulaciones sobre la producción local de tecnología.

Descripción

El presidente indonesio Prabowo se enfrenta a un desafío mayúsculo en su objetivo de elevar el crecimiento de la economía del país del actual 5% al 8% para el año 2030. Una parte fundamental de esta estrategia radica en fomentar la producción local de tecnología, pero la reciente prohibición de la venta del iPhone 16 en Indonesia destaca las tensiones en el camino hacia este objetivo.

La prohibición, que entró en vigor en octubre, obedece a que Apple no ha cumplido con las condiciones de inversión exigidas por el gobierno indonesio. Así, el coloso tecnológico se encuentra en un tira y afloja con el país del sudeste asiático, el cual busca expandir su propia industria tecnológica y ha dejado claro que las grandes empresas extranjeras deben establecer fábricas en su territorio, empleando un mínimo del 40% de componentes locales para operar.

A pesar de que Apple ha hecho intentos de negociación, incluyendo la propuesta de construir una fábrica de Air Tags en Batam, la oferta ha sido considerada insuficiente por las autoridades. La resistencia de la administración indonesa se origina en preocupaciones sobre la necesidad de fomentar esta industria emergente, vital para el desarrollo económico y la generación de empleo en el país.

Sin embargo, no todo es sencillo. Indonesia enfrenta serios problemas de corrupción y una burocracia opresiva que complica la inversión de empresas extranjeras. Esto ha llevado a que muchos inversores se sientan desalentados y a que las negociaciones con Apple se tornen complicadas. Funcionarios indonesios han expresado frustración por la falta de reuniones cara a cara y la preferencia de la empresa por comunicarse a través de aplicaciones de mensajería, lo que empeora aún más la situación.

Las exigencias de Indonesia, que inicialmente eran del 35% de componentes locales, aumentaron repentinamente al 40%, generando inquietud entre los economistas. Muchos advierten que estas regulaciones destinadas a impulsar el crecimiento económico podrían tener el efecto contrario, alejando a potenciales inversores. En este contexto, los críticos han calificado la postura del gobierno como “pseudo-protectionismo”, lo que podría resultar en un clima de inversión desfavorable.

En un momento en que otros países del sudeste asiático, como Malasia y Singapur, están creando zonas económicas centradas en la alta tecnología, Indonesia corre el riesgo de quedarse atrás. Si no se realizan ajustes en las reglas de inversión y se mejora la infraestructura, el país podría perder oportunidades valiosas, especialmente en un contexto geopolítico donde las empresas occidentales consideran mover sus operaciones fuera de China.

Los analistas temen que, si no hay un acuerdo entre Apple e Indonesia, la influencia china en el país podría aumentar, favoreciendo a competidores locales como Oppo y Xiaomi, que ya tienen fábricas en el país. Esto plantea una preocupación adicional para Estados Unidos, que está intentando limitar la influencia de la tecnología china a nivel global.