La ‘start up’ DiHola aterriza en el festival White Summer con Waynabox como aliado
La compañía, que opera con una app que permite el intercambio de datos de contacto a través de un código QR, ha abierto una ronda de financiación para captar 200.000 euros de financiación.
Barcelona continúa impulsado el nacimiento de nuevos proyectos en el negocio digital. Y entre los más jóvenes del sector se encuentra DiHola, una start up fundada el año pasado que tiene la vocación de dejar las tarjetas de contacto en el olvido. Con este objetivo en mente, la empresa ha decidido desembarcar en el festival White Summer con Waynabox como principal aliado.
DiHola opera con una aplicación móvil que permite el intercambio de datos de contacto a través de un código QR. La app nació bajo la premisa de que escanear un código de este tipo para guardar un contacto de forma digital era más práctico que acumular tarjetas de visita. La plataforma solicita los datos de contacto del usuario, de modo que cuando alguien escanea el código QR asociado a su perfil, estos se guardan automáticamente en el otro dispositivo.
En White Summer, DiHola pondrá a disposición de los diferentes participantes (food trucks y otros comercios) su aplicación móvil para que puedan compartir sus datos de contacto con los usuarios. “Es una herramienta pensada tanto para facilitar el intercambio de datos entre negocios, como entre persona y negocio”, explican dos de los fundadores de la empresa, Edgar Vicente y Ález González, a Kippel01.
Dihola ha sellado un acuerdo con Waynabox para premiar a los usuarios que consigan acumular más datos de contacto en su ‘app’
En paralelo, la start up ha sellado un acuerdo de colaboración con Waynabox para que la persona que consiga acumular más datos de contacto sea premiada. El festival, que tendrá lugar del 4 a 26 de agosto en Serres de Pals (Girona), servirá como campo de pruebas para la empresa, que ha abierto una ronda de financiación de 200.000 euros para mejorar su producto, potenciar su estrategia de márketing y reforzar su plantilla.
La start up nació enero de 2017 de la mano de Vicente, González e Iván Fernández, aunque la primera versión de la aplicación no se lanzó hasta inicios de este año, consiguiendo captar hasta 2.000 usuarios. Semejante acogida permitió a sus creadores mejorar el diseño y ampliar sus prestaciones para extenderla a nuevos usuarios.
Para que la información personal no dependa únicamente de su almacenamiento en Dihola, esta pasa a guardarse también en la agenda de contactos del smartphone, por lo que se convierten en datos accesibles desde cualquier otra aplicación. La plataforma también permite especificar qué datos se quieren compartir y cuáles no.
La ‘start up’ ha abierto una ronda de financiación de 200.000 euros destinada a márketing, plantilla y producto
Una de las características más llamativas es que el usuario no necesita notificar a sus contactos sobre cualquier cambio realizado acerca de su información. Si, por ejemplo, una persona cambia de número de teléfono móvil o modifica su dirección de email, ello será advertido de forma automática a todos los usuarios que leyeron su código QR.
Un nombre, un teléfono, una dirección de email o un perfil de la red social son algunos de los datos que pueden intercambiarse desde la aplicación de DiHola, que asegura que en todo momento cumple con el nuevo Reglamento General de Protección de Datos (Rgpd). La empresa no tiene previsto, de momento, monetizar su servicio, aunque tantea la opción de un modelo freemium cuando tenga más recorrido.