Mediapro confía en Mediaset para comercializar la nueva plataforma de eSports U-Beat
La OTT de deportes electrónicos arranca este jueves con la promesa de más de 3.000 horas de emisión de competiciones, contenidos de actualidad y formatos de entretenimiento.
Mediapro pisa a fondo para el lanzamiento de su nueva plataforma over the top (OTT) de eSports. Las emisiones del servicio, llamado U-Beat, arrancan hoy después de que la productora haya alcanzado un acuerdo con Mediaset España para la comercialización del producto. Y es que el espacio publicitario será el principal motor de ingresos de la aplicación.
Publiespaña, filial publicitaria de Mediaset España, se hará cargo de la explotación comercial tanto de la plataforma digital de contenidos bajo demanda como del canal de televisión con los que contará U-Beat. La plataforma, disponible para Android y iOS, es gratuita de inicio, aunque sus responsables no descartan incluir una modalidad freemium más adelante con la inclusión de micropagos.
“Se trata de una producción de altísimo nivel y con contenidos exclusivos”, ha destacado Carmen Fernández, directora de innovación de Mediapro, durante la presentación de U-Beat. “Es importante desarrollar productos específicos para segmentos específicos”, ha remarcado. La plataforma nace con visión internacional en el mercado hispano, e irá agregando otros idiomas y productos en los próximos meses.
Mediapro hará hincapié en la generación de contenidos exclusivos para atraer al usuario a U-Beat
U-Beat promete más de 3.000 horas de emisión de competiciones, contenidos de actualidad y formatos de entretenimiento. El usuario podrá consumir la oferta por dos vías: o bien directamente en dispositivos móviles mediante vídeos de tres a cinco minutos de duración, o por un canal de pago 24/7 con competiciones en directo, partidas de ligas tanto nacionales como internacionales, eventos y actualidad del sector.
El principal foco de la plataforma será la Liga de Videojuegos Profesional (LVP), de la que Mediapro es el máximo accionista desde 2016. De esta forma, se emitirán partidas en streaming de las Superligas Orange de League of Legends, Clash Royale, CS:GO y Call of Duty, además de torneos de Fifa y Fortnite.
En U-Beat también se encontrarán contenidos proporcionados por los equipos de la LVP, como Movistar Riders o Vodafone Giants, que contarán con una ventana más de visibilidad, tal y como adelantó este mes el diario económico especializado en el negocio del deporte Palco23. También se emitirán los vídeos de competiciones cedidos por publishers como Riot y otros organizadores de eventos de eSports como Dreamhack y ESI, entre otros.
Detrás de la nueva plataforma también se encuentra la LVP, que concentra el 85% de la audiencia de eSports en España
La LVP concentra el 85% de la audiencia de eSports en España y un 75% de los seguidores de habla hispana a escala mundial. En 2017, la competición alcanzó un total de 17,4 millones de espectadores únicos, lo que supone un 44% más que el año anterior. “Que una compañía como Mediapro adquiriera la LVP marcó un pistoletazo de salida para que los videojuegos salieran del nicho y acapararán más atención”, ha apostillado Tatxo Benet, socio fundador del grupo.
Los términos económicos de la inversión y el personal adscrito al proyecto de U-Beat se desconocen. Mediapro aspira a crear una comunidad de cinco millones de usuarios en un plazo de cinco años. Son datos modestos en comparación con los que maneja Twitch, la plataforma audiovisual de referencia en el segmento de los deportes electrónicos. Adquirida en 2014 por Amazon, el portal ya cuenta con quince millones de usuarios activos al día que destinan una media de 95 minutos a ver sus vídeos, sean en diferido o en directo.
La directora de innovación de Mediapro ha asegurado que los contenidos de la LVP seguirán emitiéndose a través de Twitch pese a la llegada de U-Beat. No obstante, la empresa planea hacer hincapié en la producción de sello propio para tratar de seducir al usuario y escalar en el sector como un digno rival en la creciente industria del gaming.