El modelo DeepSeek genera preocupaciones en la industria de la inteligencia artificial en EE.UU.
El modelo DeepSeek ha generado preocupación en EE. UU. por su rendimiento similar a OpenAI, pero con costos de entrenamiento significativamente más bajos y posibles irregularidades en la adquisición de chips.
El reciente desempeño del modelo DeepSeek ha suscitado inquietudes en la industria de la inteligencia artificial de Estados Unidos. Este modelo ha mostrado un rendimiento comparable al de OpenAI, pero con costos de entrenamiento notablemente inferiores, lo que ha disparado las alarmas entre los funcionarios estadounidenses.
DeepSeek utilizó 2048 unidades de Nvidia H800 GPU para entrenar su modelo V3 en un período de dos meses, lo que equivale a 2,8 millones de horas de trabajo de GPU. En contraste, Meta empleó 16,381 unidades de Nvidia H100 durante 54 días para entrenar su modelo Llama 3, que tiene 405 mil millones de parámetros, acumulando 30,8 millones de horas de GPU. Esto sugiere que DeepSeek ha logrado resultados similares a un costo de hardware 11 veces menor.
Según un análisis del instituto de investigación SemiAccurate, se estima que DeepSeek ha reunido alrededor de 60,000 GPUs de Nvidia, cuyo valor total asciende a aproximadamente 2 mil millones de dólares. Los modelos A100 y H100 están sujetos a sanciones estadounidenses y no están permitidos para exportación a China. Aunque el modelo H800 fue legal por un tiempo, también se encuentra actualmente bajo restricciones. El único modelo que se puede exportar legalmente a China es el limitado H20.
Existen preocupaciones de que DeepSeek haya accedido a chips H100 prohibidos aprovechando lagunas en las regulaciones de exportación de Estados Unidos, con cantidades que podrían alcanzar hasta 50,000 unidades. Esta situación ha llevado a la Casa Blanca, el FBI y otras agencias a investigar si DeepSeek obtuvo dichas unidades a través de empresas registradas en Singapur.
Además, se ha intensificado la presión política en Estados Unidos para que se fortalezcan los controles de importación desde Singapur, con el objetivo de prevenir el contrabando de tecnología restringida hacia China. No obstante, hasta ahora, la investigación no ha encontrado pruebas concretas que confirmen que DeepSeek consiguió los chips prohibidos de manera ilegal.
Nvidia ha respondido rápidamente a las acusaciones, afirmando que cumple estrictamente con todas las regulaciones legales y que la mayoría de las transacciones con Singapur no están relacionadas con envíos a China. La compañía ha enfatizado que el aumento de sus ingresos provenientes de Singapur no implica necesariamente que los chips terminen en China, ya que sus informes financieros reflejan direcciones de facturación y no de entrega de productos.
Si se confirma que China ha logrado adquirir los chips Nvidia H100 prohibidos, esto podría resultar en sanciones estadounidenses aún más severas y un agravamiento de la disputa comercial entre las dos principales economías del mundo.