OpenAI demandada por 15 millones de dólares por la autoridad de protección de datos italiana
OpenAI enfrenta una demanda de 15 millones de dólares en Italia por supuestas violaciones en la recolección de datos personales de usuarios de ChatGPT.
OpenAI ha sido demandada por la autoridad de protección de datos italiana por una suma de 15 millones de dólares, tras una investigación que puso en evidencia la recolección de datos personales de los usuarios de ChatGPT, el popular chatbot de la compañía de inteligencia artificial. El Garante, entidad encargada de la protección de datos en Italia, informó que la recopilación y tratamiento de datos por parte de OpenAI se realizó “sin una base legal adecuada”, lo que implica una violación de las normativas sobre privacidad.
La investigación reveló que OpenAI no cumplió con los requisitos de transparencia, ni proporcionó la información adecuada a los usuarios sobre cómo se manejan sus datos. Además, se observó la falta de un “sistema de evaluación de edades” que evite que menores de 13 años accedan a contenidos inadecuados generados por la inteligencia artificial.
Como parte de las sanciones, la autoridad italiana ha exigido a OpenAI llevar a cabo una campaña mediática de seis meses para informar al público sobre sus prácticas de recolección de datos. Este caso resalta la creciente preocupación de los reguladores en Europa y Estados Unidos, quienes están intensificando la regulación sobre las empresas de inteligencia artificial en un esfuerzo por implementar protecciones que mitiguen los riesgos asociados a estas tecnologías.
Adicionalmente, OpenAI enfrenta múltiples litigios por el uso no autorizado de obras protegidas por derechos de autor. En respuesta a la demanda, un portavoz de OpenAI calificó la decisión de “inapropiada” y manifestó la intención de apelar, resaltando el compromiso de la empresa con la privacidad de los usuarios.
La situación de OpenAI también se ve marcada por la reciente muerte de Suchir Balaji, un exinvestigador de 26 años que se convirtió en un denunciante. Su fallecimiento, ocurrido en San Francisco en circunstancias sospechosas, ha suscitado un debate sobre la ética en la inteligencia artificial y la presión a la que están sometidos aquellos que trabajan en este campo emergente.
La evolución de los chatbots y otros sistemas de inteligencia artificial ha generado tanto avances significativos como controversias, especialmente en lo que respecta a la propiedad intelectual y la protección de datos. A medida que estas tecnologías progresan, será fundamental encontrar un equilibrio entre la innovación y la salvaguarda de los derechos individuales.