Robot: tecnología con ADN mallorquín que ha conquistado a Ushuaïa, Meliá y Barceló

De un lado, tecnología puntera. De otro, el turismo, el sector más potente de España. Y, en el centro combinándolo todo, una pequeña empresa mallorquina de 35 trabajadores que en plena celebración del Mobile World Congress consiguió tocar la campana en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).

Se trata de Robot, una tecnológica especializada en el desarrollo de sistemas de control de instalaciones que lleva más de veinte años trabajando con pesos pesados de la industria hotelera como Meliá Hotels, Barceló Hotels, Hard Rock Hotels o Iberostart, entre otros. Su especialización es la inmótica, es decir, la automatización integral de inmuebles con alta tecnología, y entre sus funciones se encuentra el control de la iluminación de las fachadas de hoteles como el Ushuaïa (Ibiza), la optimización y regulación de la temperatura de las habitaciones o incluso la temperatura del agua de la ducha.

Fundada en 1983 en Mallorca, Robot surgió de la crisis energética que azotó con fuerza al sector hotelero. “Las propiedades hoteleras eran muy sensibles a este tema”, explica Bernat Bonnín, presidente de Robot, a Kippel01. “La empresa consiguió un sistema de intervención que unía el sistema informático con las instalaciones de los hoteles y que conseguía importantes ahorros energéticos”, indica.

Robot trabaja con cadenas hoteleras como Meliá, Hard Rock, Iberostar o Barceló

Centrada en el desarrollo de instalaciones técnicas de edificios y ahorro de energía, la compañía mallorquina se apresuró a dar el salto al extranjero con su primer contrato en Israel en 1986 y, cuatro años más tarde, cerró su primer contrato con Barceló Hotels en la zona del Caribe.

Durante sus primeros años, el grupo se centró en la parte del desarrollo, comercialización y mantenimiento de sus productos en el sistema de control industrial (que incluye sensores de temperatura, estados de funcionamiento, alarmas técnicas, tensión e intensidad en líneas eléctricas, etc.). En un viaje a Israel, Bonnín empezó a madurar la idea de dar un paso más y consideró la opción de entrar en las habitaciones de los usuarios para mejorar su experiencia con la creación de diferentes ambientes lumínicos.

“En 1999 desarrollamos los primeros prototipos y en 2001 empezamos a trabajar en el control de las luces y el clima en el interior de las habitaciones”, explica el presidente de Robot. Las nuevas opciones que brindó la tecnología llevaron a la empresa a explorar nuevas aplicaciones. “Los escenarios lumínicos pueden controlarse a través del smartphone, pero no es absolutamente necesario hacerlo así”, explica Bonnín.

El grupo descarta abrir otra sede y prevé continuar liderando su negocio desde Mallorca

Entre sus últimos proyectos, destacan el control de la iluminación de las fachadas de estos hoteles o la posibilidad de controlar la temperatura de las propias duchas. “Está todo cada vez más conectado”, apunta Bonnín. El grupo, que concentra gran parte de su actividad en el extranjero, también está centrado en el desarrollo de una línea de productos llamada Robot Multilink, que le permitirá ampliar su mercado potencial al compatibilizar sus productos con cualquier protocolo existente en el extranjero.

El directivo prevé que esta nueva gama de productos estará disponible a finales de verano. “Los mercados extranjeros cuentan con protocolos diferentes y no queremos quedarnos fuera de estos, queremos crear productos adaptados para continuar creciendo”, explica Bonnín.

Su afán por continuar su expansión internacional y la voluntad de fortalecer su estructura de capital son algunas de las razones que han llevado a la compañía a debutar en el MAB. “La dirección de la sociedad está convencida de que es el momento adecuado para que Robot dé un paso importante en su crecimiento e internacionalización”, señala el grupo en su informe.

Por ello, el grupo seguirá estableciendo alianzas con partners locales en los mercados potenciales. “De momento continuaremos dirigiendo nuestra operativa desde Mallorca”, expone Bonnín. A cierre de septiembre de 2017, la actividad de Robot en el mercado internacional representaba el 66,6% de su negocio y estaba concentrada en México, Jamaica y República Dominicana.

“La presencia internacional de Robot se ha basado casi exclusivamente en proyectos hoteleros de sociedades españolas”, apunta el grupo, que confía que con su nueva estrategia comercial diversificará tanto en los mercados en los que opera como en sus clientes. De momento, el sector hotelero representa el 97% de sus ventas en los nueve primeros meses de 2017.

Además de los tres países latinoamericanos mencionados con anterioridad, Robot también tiene previsto crecer en Cuba, que según el grupo tiene un “enorme potencial de inversión para los próximos años”; la zona del Golfo Pérsico, Rusia, Vietnam y Estados Unidos. Estos dos últimos, además de Chile y Uruguay, son proyectos a medio plazo.

Según los últimos datos disponibles, Robot concluyó los nueve primeros meses del ejercicio 2017 con una facturación de 3,08 millones de euros, un 21,8% más en comparación con el mismo periodo del año anterior. El beneficio de la compañía superó el medio millón de euros, lo que representa un incremento del 42,8% en relación a los nueve primeros meses de 2016.