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Scoot pide sitio en Europa: fija en Barcelona su ‘hub’ europeo y ‘arranca’ su servicio en la ciudad

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Scoot pide sitio en Europa: fija en Barcelona su ‘hub’ europeo y ‘arranca’ su servicio en la ciudad

La compañía estadounidense inicia operaciones en la capital catalana con una flota de 500 motos eléctricas y alrededor de mil bicicletas eléctricas. Enrico Sargiacomo (Dogbuddy) lidera el negocio en España y Mar Pallás (Hailo), la expansión en Europa.

Descripción

Scoot inicia operaciones en Barcelona como primer paso de su despliegue en Europa. La tecnológica estadounidense, que brinda servicios de movilidad compartida, arranca en la capital catalana con una flota de 500 motos eléctricas y alrededor de mil bicicletas eléctricas, según ha explicado Enrico Sargiacomo, máximo responsable de Scoot en Barcelona, a Kippel01.

La capital catalana es el primer mercado en el que aterriza Scoot en el marco de su expansión internacional. La compañía, fundada en San Francisco en 2011 por Michael Keating, lleva varios meses preparando el lanzamiento de su servicio en la capital catalana, a la que pretenden convertir en su hub para Europa.

“Barcelona es uno de los principales hubs europeos en cuanto a tecnología se refiere y creemos que es muy positivo que Scoot se sumerja en este ambiente lleno de oportunidades, innovación y talento”, aseguran desde la compañía. Según Sargiacomo, el grupo estadounidense ya está estudiando la viabilidad de otras cinco ciudades europeas en las que extender su servicio.

Con un equipo de casi treinta personas y en constante crecimiento, el negocio de Scoot en España está liderado por Sargiacomo, cofundador de Dogbuddy y actual mentor de Numa. La expansión del grupo en Europa, por otro lado, está en manos de Mar Pallàs, ex directora general de Hailo en Barcelona.

La elevada penetración de los vehículos a dos ruedas que hay en Barcelona es otro de los factores que ha animado a Scoot a aterrizar en la ciudad, explica Sargiacomo. Por otro lado, el directivo destaca el Plan de Movilidad Urbana (PMU) del Ayuntamiento de Barcelona, instrumento con el que está definiendo las líneas de actuación en materia de transporte de la ciudad, incluyendo los servicios de sharing y vehículos eléctricos.

“Se tiene a ver al Ayuntamiento como una entidad reguladora que quiere limitar, pero en realidad vemos que los esfuerzos de este se orientan a permitir que los diferentes operadores de vehículos eléctricos convivan con la ciudad”, indican desde Scoot.

Scoot opera en Barcelona bajo el modelo free-floating (su flota está repartida por toda la ciudad). El precio de los scooters es de 0,20 euros por minuto y, el de las bicicletas, 0,10 euros por minuto. El objetivo del grupo estadounidense es continuar creciendo en términos de flota en “relación con la demanda de la ciudad2”, así como seguir “prestando servicio multimodal de transporte sostenible”.

Además de crecer en Europa, Scoot apunta también al mercado latinoamericano y ya ha iniciado un proceso de selección para encontrar a un responsable para el salto a Latinoamérica desde Estados Unidos, según las ofertas de trabajo disponibles en su página web.

En paralelo a ello, la compañía estadounidense prepara una nueva ronda de financiación para este otoño que respaldará su estrategia de expansión tanto en Europa como en Latinoamérica, aunque se desconoce el importe de esta.

Desde su fundación, la empresa ha captado como mínimo 4,5 millones de dólares de financiación, según Crunchbase. El importe de la última ronda de financiación, cerrada en 2016, no ha trascendido. Mahindra Partners, Vision Ridge Capital Partners, Black Green Capital y Krillion Ventures son algunos de los inversores de Scoot.