Scytl reestructura su negocio y separa sus divisiones de ‘hardware’ y ‘software’

Scytl reestructura su negocio para separar los ingresos de hardware con los de software. La compañía ha decidido dividir su negocio en tres sociedades independientes con el objetivo de “no contaminar los ingresos de hardware con los de software”, según ha afirmado Pere Vallès, consejero delegado de Scytl, a La Vanguardia.

De esta forma, el negocio de la tecnológica, especializada en sistemas de voto electrónico, ha quedado divida de la siguiente forma: una sociedad para la venta de hardware electoral, que pasa a denominarse Scytl Voting Hardware y que está participada por una multinacional de Dubái; otra enfocada en software, llamada Scytl Secure Electronic Voting, y una filial enfocada a la participación ciudadana, que cambia de OpenSeneca a Civiciti.

El movimiento de Scytl supondrá la desconsolidación de cerca del 50% de sus ingresos, si bien el grupo no ha hecho públicas sus cuentas en el Registro Mercantil desde 2014. “Ahora tenemos tres sociedades independientes, para no consolidar resultados”, ha explicado Vallès. La nueva estructura, que ya ha quedado inscrita en el Registro Mercantil, no afecta a la deuda del grupo.

Scytl mantiene una deuda de 37 millones con las entidades bancarias y de 27 millones con entidades públicas. Recientemente, la compañía ha decidido refinanciar su deuda con las entidades bancarias y ha conseguido extender su calendario de pago hasta siete años, además de contar con dos años de carencia de capital.

Por otra parte, la empresa que lidera Vallès ha recibido un préstamo participativo de tres millones de euros por parte de la catalana Avançsa, que complementa la inyección de doce millones que recibió el grupo por parte de Nauta Capital, Spinnaker y Balderton Capital. Tras paralizar su salida a bolsa, Scytl ha decidido cambiar de estrategia y buscar un posible comprador, aunque se trata de una operación a largo plazo.