Simon Hunt asume el cargo de CEO de Campari en medio de una profunda crisis empresarial

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Simon Hunt asume el cargo de CEO de Campari en medio de una profunda crisis empresarial

Simon Hunt asume como CEO de Campari en un momento crítico, enfrentando desafíos financieros y normativos tras la renuncia de su predecesor.

Descripción

Simon Hunt ha sido nombrado oficialmente como nuevo CEO de Campari en un momento crítico para la empresa, que recientemente sufrió la renuncia de su predecesor tras solo cinco meses de gestión. Con más de 30 años de experiencia en el sector de los espíritus, y habiendo sido CEO de William Grant & Sons, Hunt tiene la difícil tarea de revitalizar a un grupo que, en el último año, no ha mostrado un desempeño destacado. A ello se suma la considerable caída en el valor de las acciones de Campari, que han disminuido más del 40% en 2024, reduciéndose casi a la mitad desde su pico durante la pandemia de Covid-19.

El mercado reaccionó positivamente a la llegada de Hunt, aumentando el valor de las acciones en un 0.96%, alcanzando 5.47 euros. Sin embargo, el nuevo CEO debe abordar rápidamente una serie de desafíos, incluyendo la reestructuración del grupo, la que implica una racionalización de costos y un enfoque renovado en las marcas principales, especialmente en licores y tequila. De acuerdo con los analistas, este enfoque requerirá que Hunt posponga cualquier operación de fusiones y adquisiciones durante al menos 12 meses.

Uno de los principales retos a enfrentar es el mercado estadounidense, donde Campari genera 1.3 mil millones de euros en ventas, de las cuales un 75% son importaciones. La posibilidad de una implementación de aranceles podría impactar gravemente las finanzas de la compañía, estimándose una disminución del ingreso en aproximadamente 150 millones de euros si se introducen aranceles del 25% desde México y Canadá, y del 10% desde Europa.

Además de los aranceles, nuevas normativas en Italia y Estados Unidos podrían afectar negativamente las ventas de Campari. En Italia, las restricciones sobre la conducción bajo los efectos del alcohol podrían frenar el consumo, mientras que en EE.UU. podrían emerger regulaciones que obliguen a etiquetar las bebidas alcohólicas con advertencias sobre los riesgos de salud, como el cáncer. La situación se vuelve aún más incierta con los cambios políticos recientes, ya que no está claro si el nuevo Congreso apoyará estas iniciativas.