The Crowd Angel busca intermediar hasta siete millones en su plataforma en 2018
La plataforma de inversión se ha marcado como objetivo cerrar entre quince y veinte operaciones y transaccionar entre seis y siete millones de euros en el presente ejercicio. Entre los socios del grupo se encuentran los ex BBVA Ángel Cano y Manuel Galatas.
Sin prisa, pero sin pausa, The Crowd Angel va ganando peso en el mercado español como método alternativo de financiación al capital riesgo. El vehículo de Inveready, una de las mayores firmas de venture capital del país, se ha marcado como objetivo concluir el presente ejercicio habiendo canalizado entre seis millones y siete millones de euros. La idea es que esta inversión se reparta en entre quince y veinte operaciones, según ha explicado Ramón Saltor, fundador y consejero delegado de The Crowd Angel, a Kippel01.
La compañía, que opera bajo la regulación del crowdfunding pero que ha adoptado algunas de las características de una firma de capital riesgo, asegura que a cierre de septiembre ya había canalizado cinco millones de euros a través de su plataforma online (excluyendo a los fondos que están coinvirtiendo con ellos), el doble que lo conseguido en todo 2017.
The Crowd Angel es una plataforma de inversión que ha puesto el foco en start ups tecnológicas que estén en fases iniciales. Regulada como una plataforma de financiación participativa, opera con tickets mínimos de 3.000 euros y ha gestionado rondas de financiación de grupos como Glovo, Stayforlong o Boxmotions, entre otras.
The Crowd Angel nació en 2011 de la mano de Ramon Saltor y Joaquim López Caussa
La empresa dio sus primeros pasos en 2011 de la mano de Saltor y Joaquim López Caussa cuando identificó un perfil de inversor que prefería participar de forma directa en start ups en vez de acudir a un fondo de capital riesgo. Hasta 2016, gestionó unas cinco operaciones al año, pero a principios de 2017 llevó a cabo una ronda de financiación interna de medio millón de euros que le permitió ampliar su equipo.
En esta operación abrieron su accionariado a los ex BBVA Ángel Cano y Manuel Galatas, así como el consultor financiero Juan Manuel García Maestro, que junto a un grupo de directivos se hicieron con el 15% de la plataforma. Inveready y Cube Investments también están presentes en el accionariado de The Crowd Angel.
A partir de entonces, el grupo amplió su radio de acción con más operaciones en la plataforma, aunque va con pies de plomo. “No creemos que, en empresas tecnológicas en fase inicial, podamos conseguir más de 25 operaciones buenas al año, y menos con la cantidad de inversores que hay actualmente”, señala Saltor.
La plataforma cuenta con los ex BBVA Ángel Cano y Manuel Galatas entre su accionariado
El directivo no descarta que esta cifra pueda crecer hasta 35 o 40 en función de cómo evolucione el mercado. “Cada vez hay más start ups con equipos muy profesionalizado; muchos de los profesionales que actualmente trabajan en una multinacional o salen de un MBA se plantean montar una start up, hecho que antes era impensable”, indica Saltor. Pero de momento, el directivo es consciente de que elevar aún más esta cifra de operaciones podría ir acompañado del lanzamiento de nuevos productos financieros, como préstamos convertibles.
Operaciones como la de Parlem, que ya ha cerrado su segunda ronda de financiación a través de The Crowd Angel, también marcarían la diferencia. “Para nosotros es un producto pre Mercado Alternativo Bursátil (MAB), una empresa de mayor tamaño, que lleva más años operando, con una facturación más alta y cuyo riesgo es menor”, explica el directivo.
Los puntos críticos de la ley del ‘crowdfunding’
Se han cumplido ya tres años desde que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv) aprobó la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, que regula la actividad de plataformas como The Crowd Angel o Crowdcube. Tres años en los que, pese a que el sector ha ganado envergadura y sumado nuevos actores, no se ha producido ningún cambio en la regulación.
Los últimos datos señalan que los proyectos financiados a través del crowdfunding han superado ya los cien millones de euros en España, según el Informe sobre Crowdfunding en España 2017, elaborado por la Universidad Complutense de Madrid. De estos, las plataformas de inversión gestionaron más de 23 millones de euros, el 22,8% de lo recaudado en global.
Las previsiones son positivas y apuntan a una cada vez mayor adopción de este tipo de financiación. La regulación, sin embargo, plantea algunos puntos críticos que afectan a la actividad de estos grupos: la incapacidad de vehicular los inversores y la burocracia que lastra la inversión extranjera.
El sector quiere volver a sentarse con la Cnmv para modificar algunos puntos de la ley que regula el ‘crowdfunding’
“Las plataformas de financiación participativa no pueden vehicular a los inversores, estos tienen que invertir directamente en la start up -explica Saltor-; si bien no tiene por qué penalizar ninguna operación, algunos fondos de capital riesgo se sienten más cómodos si todos los inversores están vehiculados y en vez de ver una cap table con cien inversores, hay una decena”.
En cuanto a la burocracia, el directivo señala gestiones sencillas como que un inversor extranjero necesite sacarse el NIE para invertir en una empresa española, un proceso que debe hacerse de forma presencial y que puede prolongarse más de tres semanas. “Hay algunos inversores que piensan: no me vale pena”, apunta el directivo.
Saltor reconoce que ha llegado el momento de volver a entablar conversaciones con la Cnmv para intentar gestionar estos puntos de fricción. “Tenemos que intentar generar una relación de confianza con la Cnmv, explicando diferentes casos y argumentado muy bien porqué queremos este cambio”, concluye el directivo.