TikTok lucha por su supervivencia mientras se cuestiona su prohibición en EE.UU.

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TikTok lucha por su supervivencia mientras se cuestiona su prohibición en EE.UU.

El futuro de TikTok en EE. UU. está en el aire, mientras el tribunal evalúa su posible prohibición por preocupaciones de seguridad nacional.

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El futuro de TikTok en Estados Unidos pende de un hilo mientras el Hooggerechtshof examina la legalidad de un posible prohibición de la popular aplicación que pertenece a la empresa china ByteDance. Esta situación se desencadenó tras la aprobación de una ley por parte del Congreso en abril, que exige que TikTok sea vendido a una compañía no china o que se le imponga un veto, debido a preocupaciones sobre la seguridad nacional.

Más de 170 millones de estadounidenses utilizan TikTok, que se ha convertido en un importante canal de expresión y comunicación, especialmente entre los jóvenes. La plataforma no solo es conocida por sus entretenidos vídeos cortos, sino que también se ha transformado en una fuente de noticias para un 17% de los adultos en el país, lo que la hace aún más relevante en el discurso público. TikTok argumenta que el prohibición representa una grave violación de la libertad de expresión, un derecho protegido por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense.

El tribunal deberá ponderar si la preocupación por la seguridad nacional justifica el veto en contraposición a los derechos de los usuarios. TikTok y varios creadores de contenido han presentado demandas, argumentando que la prohibición infringe su derecho a la libertad de expresión. El Hooggerechtshof ha programado una audiencia el 10 de enero, apenas días antes de que la ley que prohíbe la aplicación entre en vigor.

Sin embargo, expertos legales prevén que TikTok podría perder esta batalla en los tribunales. Un fallo previo del tribunal de apelaciones ya había respaldado la postura del gobierno, determinando que los intereses de seguridad nacional pesan más que la libertad de expresión. Los magistrados expresaron preocupaciones sobre el potencial acceso del gobierno chino a datos personales de ciudadanos estadounidenses y la capacidad de manipulación de contenido a través de la aplicación.

Además, el expresidente Donald Trump, quien había sido un ferviente defensor de la prohibición de TikTok, ha cambiado su perspectiva. Ahora considera que la plataforma es esencial para los jóvenes y ha instado a que se busque una solución viable que permita su continuidad. Su cambio de opinión parece influenciado por la presión política y por su popularidad en la aplicación, que le otorgó un fuerte respaldo en su campaña electoral entre los jóvenes.

Si la prohibición entra en vigor, TikTok sufriría una pérdida significativa de usuarios, ya que no podrá ser descargado ni actualizado en las tiendas de aplicaciones, lo que limitaría su operación en el país. Esto podría beneficiar a competidores como Alphabet y Meta, que han lanzado plataformas similares en respuesta al fenómeno de TikTok. A medida que la situación se desarrolla, queda por ver cómo el Hooggerechtshof manejará este delicado equilibrio entre la seguridad nacional y la libertad de expresión en el ámbito digital.