Toprural, turismo rural para convertir la crisis en oportunidad
La empresa nació de una oportunidad perdida y en plena sequía financiera en España. Doce años más tarde, la estadounidense Homeaway pagó catorce millones de euros por el negocio de François Derbaix y Marta Esteve.
“No puede impedirse el viento, pero hay que saber construir molinos”, señala un proverbio holandés. Y construir molinos (a su manera) fue precisamente lo que hicieron François Derbaix y Marta Esteve cuando en pleno estallido de la burbuja de las puntocom en los años 2000 decidieron emprender su propio proyecto: Toprural.
“Nosotros no notamos la crisis de las puntocom”, explica François Derbaix, cofundador de la compañía, a Kippel01. Han pasado ya seis años desde que Toprural pasara a manos de Homeaway, que adquirió la start up en 2012 por un total de catorce millones de euros. Pero el directivo recuerda muy bien cómo fueron los primeros años en que Internet empezaba a ganarse la confianza de los españoles.
Toprural nació de una oportunidad perdida. Derbaix llevaba varios años trabajando en la consultora Boston Consulting Group (BCG) en Bélgica cuando una compañía francesa de la industria hotelera le tanteó para dirigir su expansión en España a finales de los años noventa. “Iban a levantar una ronda de financiación para abrir en España y querían contratarme como responsable del país, pero el estallido de la burbuja de las puntocom les impidió cerrar la ronda de financiación”, explica el emprendedor.
“Pensé, si no me contratan, ¿porqué no lo monto yo?”, explica François Derbaix, cofundador de Toprural
“Ves tú y te respaldaremos financieramente cuando la situación mejore”, le sugirieron a Derbaix, que ya tenía decidido instalarse en Madrid con su futura esposa y fundadora de Rentalia, Marta Esteve. “Y yo pensé, si no me contratan, ¿porqué no lo monto yo?”, explica el directivo. Y así se creó la semilla de Toprural, que decidió pivotar del sector hotelero al turismo rural, que en España estaba cogiendo mucha fuerza.
La empresa echó a andar con recursos propios y el respaldo de amigos y familiares. “Antes que estallara la crisis había empresas que cerraban rondas de financiación con importes muy elevados como eDreams o Rumbo, cuando lancé el proyecto contacté con algunos inversores, pero estos sólo querían tickets muy grandes -apunta Derbaix-; después de que se deshinchara la burbuja ya no había apetito inversor”.
La escasez de financiación marcó el rumbo de la compañía, que decidió centrarse en la atención al cliente y no prestarle tanta atención a los inversores. “Era una carrera por la generación de contenidos”, señala el emprendedor. En su primer año, Toprural dedicaba una gran parte de su tiempo a subir a su plataforma casas rurales que encontraban en la web “casi sin preguntar y sin cobrar” a sus dueños. Según apunta Derbaix, el usuario tenía el control de su ficha y gozaba de un servicio que, en sus inicios, era gratuito.
Julio de 2000. François Derbaix y Marta Esteve, cofundadores de Toprural, el día del lanzamiento de la plataforma en la Red.
¿Y la burbuja? “No la notamos, la burbuja de las puntocom fue de bolsa, pero no afectó al uso de Internet”. Según el cofundador de Toprural, la cuota de internautas en España era aún pequeña, pero su crecimiento era imparable. “Al año de empezar ya no quemábamos dinero y al año siguiente ya eramos rentables”, explica.
En 2003, tanto Derbaix como Esteve vieron que había un hueco por cubrir en el mercado para aquellos alojamientos que podían ser alquilados, pero que no encajaban en la oferta de Toprural. Ese mismo año vio la luz Rentalia, que fue liderara por Esteve hasta 2012, cuando pasó a manos de Idealista (fundada por Jesús y Fernando Encinar).
Entre 2003 y 2012 (año de la venta a Homeaway), Toprural consiguió estar presente en ocho países de Europa. “Tendríamos que haber invertido mucho más -reflexiona Derbaix-; hay negocios que no son internacionalizables, cada país cuenta con unas costumbres concretas, hay que mirar el nombre de la compañía… Cruzar los Pirineos no es fácil y la propia idiosincrasia de Francia dificulta que haya ejemplos de éxito de empresas españolas en Francia”.
“La burbuja de las ‘puntocom’ no afectó al uso de Internet en España, que estaba en pleno crecimiento”, expone el emprendedor
La inversión en tecnología, no obstante, sí fue cuantiosa. Toprural llegó a operar con un equipo de cincuenta personas, catorce de las cuales eran informáticas. “Todos continúan en Homeaway”, cuenta el emprendedor. Fue también en ese periodo cuando la compañía abrió su capital a los hermanos Encinar, que adquirieron una participación del 5% en Toprural por cabeza, y a la firma de inversión Bonsai Venture Capital (fundada por Javier Cebrián) en 2006.
2012: Venta a Homeaway
La adquisición de Toprural por parte de Homeaway fue un proceso largo. Los primeros encuentros con la empresa estadounidense tuvieron lugar en 2007, en un momento en que tanto Derbaix como Esteve tenían claro que en el mercado había players cien veces más grandes que Toprural. “El principal problema para vender es que es que el emprendedor siempre cree que su negocio vale más y, el comprador, menos”, explica el emprendedor.
La venta se selló en 2012 con la adquisición del 100% de las acciones de Toprural. En ese momento, la compañía facturaba 4,6 millones de euros y ganaba 730.000 euros, según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Tras la operación, Derbaix permaneció nueve meses más en Toprural como asesor antes de desvincularse por completo de la empresa.
“Aprendí muchas cosas en mi tiempo como asesor -explica Derbaix-; antes no creía en invertir en publicidad en AdWords porque pensaba que era como droga y creía que mi negocio era vender publicidad, no comprarla; la experiencia te enseña que lo importante es probar las cosas”. A día de hoy, Toprural está completamente integrada en Homeaway, que en 2015 pasó a manos de Expedia por 3.600 millones de euros.
¿Cuál será la próxima burbuja que estalle? Derbaix tiene claro que no se repetirá una crisis que afecte a las empresas de Internet porque hoy en día son “mainstream”. Según el emprendedor, “el mercado está dominado por las tecnológicas, que cuentan con unos múltiplos muy razonables”.
“No creo que las burbujas se repitan en el mismo activo”, expone Derbaix, que señala que hay otra burbuja, no obstante, que sí sobrevuela el mercado: la del bitcoin. En los últimos tres meses, el valor de esta criptomoneda ha caído de 19.086,64 dólares (15.459,6 euros) a 8.554,13 dólares (6.928,5 euros), lo que supone un descenso del 55,18%.