Toshiba estudia la escisión de sus ramas de negocio para dejar atrás los números rojos
La compañía japonesa planea crear cuatro nuevas entidades separadas con sus negocios de infraestructuras, energía, dispositivos electrónicos y servicios de telecomunicaciones para sanear sus cuentas.
Toshiba continúa con su plan para sanear sus cuentas después de que su filial nuclear en Estados Unidos, Westinghouse Electric, se declarara en quiebra. Con el objetivo de dejar los números rojos atrás (sus pérdidas hasta el tercer trimestre se cifran en 4.357 millones de euros), la compañía japonesa estudia la escisión de todas sus ramas de negocio.
En paralelo a la operación de venta de su negocio de chips, el grupo nipón prevé crear cuatro entidades separadas con sus ramas de infraestructuras, energía, dispositivos electrónicos y servicios de telecomunicaciones. Esto permitiría un saneamiento de las cuentas de Toshiba, según la agencia Kyodo.
De llevar a cabo la escisión, el gigante japonés debería someter la decisión a votación en su junta general, que se celebrará el próximo junio. Los planes de Toshiba pasan por mantener el control de estas nuevas entidades a través de una participación mayoritaria de cada una. La reestructuración conllevaría la transferencia de unos 20.000 empleados.
Según los últimos datos disponibles, Toshiba concluyó los nueve primeros meses del ejercicio 2016 con unas pérdidas de 532.500 millones de yenes (4.357 millones de euros), un 15% más comparado con el mismo periodo del año anterior. Entre abril y diciembre, el grupo alcanzó una facturación de 3.850 millones de yenes (32.808 millones de euros) entre abril y diciembre, un 4% menos que el mismo periodo que el año anterior.