Tú a Europa y yo a Latinoamérica: la batalla de Glovo y Deliveroo por el mayor mordisco del ‘food delivery’
En los últimos seis meses, Glovo ha iniciado operaciones en cinco países de Latinoamérica y prepara su salto a otros tres. Deliveroo, por su parte, ha extendido su red de riders en Europa, Asia y Australia.
En un lado del ring, Glovo: start up con tres años de vida, un colchón de treinta millones de euros para quemar y una plantilla que a cierre de año alcanzará 800 personas. En el extremo opuesto, Deliveroo: compañía fundada en 2013 que levantó más de 400 millones de euros en su última ronda y que cuenta con el respaldo del gigante de gestión de activos T. Rowe Price Associates. Con el mundo como principal tablero de juego, ambas compañías se han adueñado de una región para consolidar su crecimiento. Europa es de Deliveroo y, por lo que parece, Latinoamérica será de Glovo.
En los últimos seis meses, la start up española ha llevado a cabo una intensa estrategia de expansión en el continente latinoamericano tras captar treinta millones de euros en una ronda liderada por Rakuten y Cathay Innovation el pasado verano. Tras desembarcar en Chile en noviembre, Glovo ha continuado tejiendo su red de riders en la región con su incursión en Perú, Argentina y Brasil.
Este mismo trimestre, la empresa que lidera Oscar Pierre tiene previsto empezar a ofrecer sus servicios en Panamá, Costa Rica y Guatemala, según confirmó ayer el propio directivo en un encuentro en las nuevas oficinas de Glovo. Con ello, Glovo ha conseguido posicionarse rápidamente en un territorio en el que la adopción de smartphones rozaba el 60% en el primer semestre y en el que aún no hay rastro de Deliveroo. De cara a 2020, las estimaciones de la Gsma apuntan a una adopción del 71%.
Glovo prevé aterrizar este trimestre en Panamá, Guatemala y Costa Rica
Uber Eats, de momento, sólo está disponible en Brasil, Chile y Colombia, según consta en su plataforma web. Glovo tiene, por tanto, campo libre para crecer en la región, donde compite de forma directa con grupos como Rappi, Pedidos Ya (que pasó a manos de Delivero Hero) o Hellofood. Si bien Glovo se define como una plataforma que permite comprar, recibir o enviar cualquier producto dentro de una misma ciudad, Pierre asegura que la principal arma de la empresa para entrar en nuevos mercados es su servicio de entrega de comida a domicilio.
Hoy en día, de hecho, los encargos de comida representan una tercera parte del total de pedidos que entran en la plataforma, que ascienden a un total de cinco millones. Para responder a esta demanda, la compañía cuenta con una red de cerca de 7.000 riders, de los que alrededor de 4.000 circulan por España.
Sus planes más próximos pasan por finalizar el año con una red de 25.000 riders, con lo que acortaría las distancias con Deliveroo. La empresa británica cuenta con una red de 30.000 repartidores con los que da servicio a doce países repartidos entre Asia, Australia y Europa. Esta última región es uno de sus puntos fuertes.
Deliveroo está presente en ocho países de Europa; Glovo, en cuatro
Deliveroo está presente en Reino Unido (su mercado local), Francia, Italia, Bélgica, Alemania, Irlanda, Holanda y España. La empresa compite directamente con Glovo en este último país, en Italia y en Francia, y de momento no parece que vaya a enfrentarse a la compañía española en otros países del continente.
Y es que Glovo, más allá de acelerar su expansión en Italia y Portugal, ha decidido apostar por otros mercados como Estambul o Rumania. África ha sido también otro de los destinos marcados en su hoja de ruta, con su próximo desembarco en El Cairo (Egipto) y Marruecos. Según Pierre, tanto Estambul como El Cairo se alzan como dos enclaves potenciales de la compañía debido a su tamaño, a una competencia débil y a la elevada penetración mobile de ambas regiones.
Según los últimos datos de la Gsma, la penetración del smartphone en la región Medio Oriente y el Norte de África (Mena) en 2017 era del 52%, con visos de alcanzar el 73% en 2025. Cabrá por ver si la start up se atreve con Asia, donde radica su principal inversor (Rakuten) y donde Deliveroo está presente en Hong Kong, Singapur y Emiratos Árabes Unidos. La competencia en la región es, no obstante, bastante intensa.
“Queremos que Glovo se convierta en el Google de tu ciudad”, aseguró Pierre en un encuentro con prensa. La compañía española tiene previsto alcanzar una facturación de entre noventa y cien millones de euros en el presente ejercicio, lo que supondría multiplicar por más de cinco sus resultados de 2017. Según el directivo, la start up concluyó el pasado ejercicio con una cifra de negocio de diecisiete millones de euros.
Las previsiones de la compañía pasan por concluir el ejercicio actual con un volumen de treinta millones de pedidos (seis veces más) y un total de 300 millones de euros transaccionados a través de la plataforma. El optimismo del grupo se contagia en su cifra de riders, que calculan que pasará de unos 7.000 a 25.000, y en su platilla. Esta duplicará su tamaño, pasando de los cerca de 400 trabajadores que la componen actualmente a unos 800.
Por otra parte, el grupo ha puesto en marcha también un servicio B2B llamado Glovo Business para diversificar sus fuentes de ingresos, de la misma forma que está estudiando la posibilidad de abrir otros servicios como, por ejemplo, lavandería. Si bien el servicio B2B ya está en marcha, el resto son proyectos por concretar.
Pierre aprovechó también el encuentro para reivindicar la importancia de los riders, aunque aseguró que el contacto entre el grupo y asociaciones como la de Riders x Derechos había sido mínimo. Próximamente, la compañía implantará un seguro para los repartidores cuyo coste (de aproximadamente dos euros) repercutirán en las facturas bisemanales de estos.
Los repartidores de Glovo se llevan, de media, unos cinco euros por pedido
Los repartidores que trabajan con Glovo se llevan, de media, unos cinco euros en función del kilometraje y del tiempo de espera. Según Pierre, no existe una cuota fija de partida y los riders trabajan una media de dieciocho horas a la semana. Pierre reconoció que este no sería el trabajo de sus vidas y que la rotación de estos es de aproximadamente seis meses.
Más del 15% de la fuerza de trabajo independiente de España ha usado alguna plataforma digital de la economía on demand para generar ingresos, según señala el informe Trabajo en Plataformas Digitales, elaborado por Adigital. En los próximos años, se estima que esta cifra irá en aumento del mismo modo que se acrecentará el impacto generado por estos modelos de negocio, que ascenderá al 2,9% del Producto Interior Bruto (PIB), según el Estudio sobre la Economía colaborativa en España.