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Uber pisa a fondo en España: llega a Valencia mientras se juega su futuro en Cataluña

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Uber pisa a fondo en España: llega a Valencia mientras se juega su futuro en Cataluña

La compañía estadounidense desembarca en su sexta ciudad española tras prestar servicio en Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga y Córdoba. “Nuestro objetivo es colaborar con los agentes locales, incluido por supuesto el sector del taxi”, asegura el director de Uber en España.

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Uber pisa a fondo para acelerar su expansión en España. El grupo estadounidense, que ofrece un servicio de vehículos de transporte con conductor (VTC), llega este martes a Valencia con el objetivo de ganar músculo como player dentro del sector de la movilidad en el país. Se trata de la sexta ciudad española en la que la empresa presta servicio a través de UberX tras Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga y Córdoba, según ha podido saber Kippel01.

Este movimiento responde a la elevada demanda que Uber contabilizó en su plataforma a lo largo de 2018. Más de 670.000 personas abrieron la aplicación con la intención de viajar con la compañía en la Comunidad Valenciana. Es por ello que Uber no sólo comienza a operar en la capital de la comunidad, sino que también prevé ampliar su presencia en la región con los lanzamientos de UberX en Alicante y Elche.

“Queremos convertirnos en un aliado a largo plazo para Valencia, igual que hacemos en el resto de las más de 600 ciudades del mundo en las que estamos presentes”, asegura Juan Galiardo, director de Uber en España. El servicio en Valencia tiene un precio mínimo de 3,5 euros y será de media más de un 20% más económico que el del taxi, según la empresa.

Galiardo no entra en rivalidades. “Nuestro objetivo es colaborar con los agentes locales, incluido por supuesto el sector del taxi, para impulsar entre todos un nuevo modelo de movilidad que permita que, poco a poco, cada vez más gente deje su coche en casa”, indica el director de Uber en el país. La empresa ha señalado que el servicio está disponible en toda la ciudad de Valencia.

Uber se vio obligada interrumpir sus servicios en el país después de que un juez dictara la suspensión cautelar del servicio entre particulares UberPop y, desde entonces, no había vuelto a operar en Barcelona. En 2016, el grupo estadounidense decidió regresar al mercado español con su servicio UberX, y desde entonces sólo había estado disponible en Madrid. El pasado marzo, la compañía regresó a Barcelona con su servicio de conductores con licencia VTC y una flota de 120 coches.

La expansión de Uber coincide con un contexto incierto para los VTC en Cataluña. La Generalitat está a punto de aprobar dos nuevos decretos que modificarán la ley catalana de transportes y que limitarán la actividad de las empresas que operan con vehículos de transporte con conductor. La más dura de las medidas es que el usuario sólo podrá reservar un coche con entre seis y doce horas de antelación, según informó El Confidencial la semana pasada.

De ser así, son varias las figuras del sector que creen que puede producirse la muerte de facto de estas compañías, ya que la mayoría de los viajes responden a la demanda inmediata. Además, tanto los coches como los servicios que realiza cada vehículo tendrán que estar registrados en un servicio del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB). Eso quiere decir que estarán totalmente controlados, incluso en materia de contratación y condiciones laborales.

Está previsto que este viernes se reúna el Consejo del Taxi para que el gobierno catalán explique el trabajo que realiza sobre los VTC, según Efe. En ese aspecto, el gremio de taxistas ha bajado el hacha a la espera de que sea la Generalitat el que dé el golpe de gracia a las compañías que operan con vehículos de arrendamiento con conductor. El taxi está a la espera de movilizarse de no ver cumplidas sus expectativas.

El Congreso de los Diputados aprobó en octubre el Real Decreto-ley que limita a empresas como Uber, que ofrece su tecnología a las gestoras de flotas VTC. El Gobierno logró convalidar la normativa que delega la regulación de las licencias de vehículos de alquiler con conductor a las comunidades autónomas y ayuntamientos. La situación podría abocarse a auténtico caos normativo, dada la enorme cantidad de modificaciones que podría llevarse a cabo sobre la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (Lott).