Volkswagen y sindicatos inician negociaciones más constructivas

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Volkswagen y sindicatos inician negociaciones más constructivas

Las negociaciones entre Volkswagen y los sindicatos avanzan en un tono positivo, pero la falta de avances concretos podría intensificar las huelgas.

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Las negociaciones entre la dirección de Volkswagen y los sindicatos han empezado a adoptar un tono más positivo, aunque aún no se han registrado avances significativos. Ambas partes reconocen la necesidad de encontrar un compromiso, según la representante sindical Daniela Cavallo, quien destaca que este es un primer paso hacia un clima constructivo en el que las partes pueden dialogar.

Sin embargo, el negociador principal del grupo, Arne Meiswinkel, ha dejado claro que todavía no hay pasos concretos hacia una solución. Los sindicatos se mantienen firmes en su rechazo a aceptar cierres de fábricas, mientras que la dirección de Volkswagen ha insistido en la necesidad de reducir costos y capacidad. Esta negativa ha llevado a que, en caso de que las negociaciones no avancen, los sindicatos sigan la advertencia de intensificar las huelgas, algunas de ellas incluso indefinidas.

Recientemente, los empleados de Volkswagen llevaron a cabo huelgas en nueve fábricas, con cerca de 68,000 trabajadores participando en una protesta de cuatro horas. Esta movilización es más extensa que en el ciclo de acciones sindicales de 2018. Los sindicatos han dejado claro que están dispuestos a aumentar la presión organizando huelgas de 24 horas si no se logran avances en las conversaciones.

Por su parte, el canciller Olaf Scholz ha expresado su preocupación respecto a cómo las decisiones de Volkswagen, como los cierres de fábricas, podrían impactar su popularidad y la de su partido en las próximas elecciones. Mientras tanto, los representantes sindicales advierten que la confianza de los trabajadores en la empresa se ha visto dañada, lo que podría repercutir negativamente en la percepción de la marca y en el precio de sus acciones. Actualmente, los títulos de Volkswagen han caído un 25% en el último año, lo que refuerza las preocupaciones de los sindicalistas sobre el futuro de la compañía y su relación con los trabajadores.