Automotrices europeas presionan para suavizar normas de emisiones
La UE enfrenta presiones de automotrices para relajar regulaciones de emisiones, lo que podría perjudicar el mercado de vehículos eléctricos en un momento crítico.
La Unión Europea ha intensificado sus esfuerzos en los últimos años para promover el uso de tecnologías ecológicas en la industria automotriz, impulsando regulaciones de emisiones cada vez más estrictas. Sin embargo, algunas automotrices han comenzado a hacer lobby para suavizar estas regulaciones ante la caída en las ventas de vehículos, lo que podría tener un efecto adverso en el mercado. Analistas advierten que esta flexibilización podría llevar a un descenso aún más significativo en las ventas de nuevos vehículos, debilitando el mercado europeo justo en un momento clave, cuando se prevé un aumento de la competencia por parte de fabricantes chinos.
A pesar de que Europa ha sido líder en innovación dentro del mercado de los vehículos eléctricos, en la actualidad enfrenta serios desafíos. Mientras que las ventas globales de vehículos eléctricos continúan creciendo, en Europa se ha observado una estancación e incluso un descenso en la demanda. Factores como la eliminación de subsidios gubernamentales a los vehículos eléctricos y la incertidumbre provocada por una política de movilidad inconsistente en la UE están mermando el interés de los consumidores. Este fenómeno es evidente en países clave como Alemania y Francia, donde las ventas han ido a la baja.
Irónicamente, automóviles como Tesla, Polestar y Volvo están cumpliendo sus metas de emisiones gracias a su compromiso con la electrificación total de sus portafolios, logrando al menos un ligero incremento en sus ventas. En contraste, fabricantes tradicionales europeos como Volkswagen y Stellantis se están enfrentando a una serie de dificultades, lo que ha llevado a que algunos de estos productores y gobiernos europeos propongan relajaciones a las estrictas normas de emisiones. En este contexto, la directora de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), Sigrid de Vries, ha señalado que las regulaciones rigurosas están ralentizando la innovación y obstaculizando la transición hacia la movilidad eléctrica.