Bruselas sanciona a Qualcomm con 997 millones por exigir exclusividad a Apple

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Bruselas sanciona a Qualcomm con 997 millones por exigir exclusividad a Apple

Apple y el grupo habían firmado un acuerdo en 2011 por el que Qualcomm se comprometía a realizar “pagos significativos” a Apple para que este usara de forma exclusiva sus chips.

Descripción

“Qualcomm echó a sus rivales del mercado de chips LTE durante cinco años, consolidando su dominio del mercado”, sentencia Margrethe Vestager, comisaria de Competencia. Después de un año de juicios entre Apple y Qualcomm, Bruselas ha decidido multar al fabricante de chips con 997 millones de euros por abuso de posición dominante en el mercado de chips para dispositivos móviles 4G (LTE).

Ambos grupos firmaron un acuerdo en 2011 por el que el fabricante de chips se comprometió a realizar “pagos significativos” a Apple para que el gigante informático usara exclusivamente sus chips en dispositivos iPhone e iPad.

Esta condición, que se tradujo en una reducción en el precio de los chips, también obligaba al grupo de Tim Cook a devolver “una gran parte” de estas transferencias si tomaba la decisión de cambiar de proveedor.

“Esto significaba que ningún rival podía competir con Qualcomm en este mercado, sin importar lo buenos que fueran sus productos”, expone Vestager. El acuerdo, que fue renovado en 2013 y cuyo plazo se extendió hasta 2016, estuvo en peligro durante un tiempo en el que Apple se planteó romper con el fabricante de chips, aunque decidió desistir por la elevada penalización.

La multa que ha impuesto Bruselas a Qualcomm representa el 4,9% de la facturación del grupo en el ejercicio 2017 y ha sido calculada “sobre la base del valor de las ventas directas e indirectas de chips de banda base LTE de Qualcomm en el Espacio Económico Europeo”. La duración de la infracción establecida en la decisión es de cinco años, seis meses y 23 días.

Desde la Comisión estiman también que “Qualcomm no demostró que la condición de exclusividad generó eficiencias, lo que podría haber justificado las prácticas” del grupo. El fabricante había afirmado que “sus pagos de exclusividad no podían tener efectos anticompetitivos”.