China endurece controles sobre exportación de tierras raras, generando alarma en la industria de defensa de Estados Unidos

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China endurece controles sobre exportación de tierras raras, generando alarma en la industria de defensa de Estados Unidos

Las recientes restricciones chinas sobre tierras raras ponen en jaque la cadena de suministro internacional y aumentan la preocupación en Washington.

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China ha impuesto nuevas restricciones a la exportación de siete elementos de tierras raras consideradas esenciales para el desarrollo de tecnología de defensa, energía y automoción, generando preocupación en Estados Unidos por la alta dependencia que tiene de estos materiales. Las nuevas medidas exigen que las empresas chinas obtengan licencias especiales para exportar tierras raras como samario, gadolinio, terbio, disprosio, lutecio, escandio e itrio, lo que ya está provocando demoras en los envíos a clientes internacionales y pausas en las exportaciones.

De acuerdo con el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), estas restricciones representan una amenaza directa para la capacidad industrial y militar estadounidense, dado que Estados Unidos depende casi exclusivamente de China para el suministro de tierras raras pesadas y actualmente no dispone de infraestructura relevante para su procesamiento nacional. En caso de un bloqueo total por parte de China, Estados Unidos no podría cubrir el déficit, afectando gravemente sectores clave como armamento avanzado, aviones de combate, submarinos, misiles y sistemas de radar, que requieren estos minerales para su fabricación.

China consolida así su monopolio sobre el procesamiento global de tierras raras pesadas, y para incrementar la presión sobre la industria de defensa estadounidense, añadió 16 entidades de este sector a su lista de control de exportaciones, bloqueando su acceso a materiales de uso dual como las tierras raras. Según el informe de CSIS, Estados Unidos no cuenta actualmente con ninguna instalación nacional de separación de tierras raras pesadas, aunque está intentando desarrollar estas capacidades.

Desde 2020, el Departamento de Defensa estadounidense ha invertido más de 439 millones de dólares en crear cadenas de suministro y plantas de procesamiento en el país, con el objetivo de lograr el autoabastecimiento para el año 2027 en el sector de defensa. Sin embargo, el propio informe advierte que estas inversiones no serán suficientes para igualar la capacidad productiva de China y que Estados Unidos seguirá lejos de alcanzar la independencia en el suministro de estos materiales críticos.

El informe también subraya que, incluso antes de los últimos controles, la base industrial de defensa estadounidense ya enfrentaba dificultades para aumentar la producción y satisfacer la creciente demanda tecnológica. Se estima que China está incorporando tecnologías avanzadas y nuevos sistemas de armas hasta cinco o seis veces más rápido que Estados Unidos, lo que podría agravar aún más la brecha militar si la escasez de minerales críticos se prolonga.

Ante la preocupación internacional generada por el control chino sobre los minerales estratégicos, países como Australia y Brasil están invirtiendo en fortalecer sus propias cadenas de suministro, mientras que Estados Unidos busca alianzas y respaldo financiero y diplomático para garantizar la seguridad de sus recursos. Sin embargo, el nuevo sistema de licencias de China podría incentivar a otros países a cooperar con Pekín para asegurar sus importaciones y evitar interrupciones en el abastecimiento.

Las restricciones impuestas sobre las tierras raras y otros minerales estratégicos forman parte de la estrategia de China para defender sus intereses comerciales y tecnológicos ante la creciente presión de Washington y sus aliados, configurando así una nueva dinámica en la competencia global por recursos minerales esenciales para la economía y defensa del futuro.