China implementa restricciones a la exportación de componentes para baterías
La creciente tensión comercial entre China y Estados Unidos se intensifica con nuevas restricciones en tecnología e insumos críticos, afectando la cadena de suministro global.
La tensión comercial entre China y Estados Unidos ha aumentado significativamente en los últimos tiempos. A medida que ambos países intensifican sus controles de exportación, el enfoque se ha centrado en la inteligencia artificial (IA) y materiales críticos. El año pasado, Washington implementó restricciones sobre el hardware de vanguardia en IA, mientras que Pekín tomó medidas similares con elementos esenciales como el galio, el germanio y el antimonio.
En un movimiento reciente, China ha anunciado su intención de restringir la exportación de componentes para baterías, así como de materiales como el litio y el galio. Esta medida busca fortalecer la producción local de baterías y vehículos eléctricos, y se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio para mantener su liderazgo en el sector. Las nuevas restricciones, que aún están en fase de propuesta y requieren aprobación, también incluyen otros compuestos químicos necesarios para la fabricación de cátodos, vitales para las baterías de coches eléctricos.
La finalidad de estas regulaciones es mejorar la gestión de la importación y exportación de tecnología. Sin embargo, algunos expertos advierten que podrían resultar en un obstáculo para los fabricantes de baterías en Occidente que dependen de la tecnología y materiales disponibles en China, lo que complicaría aún más la cadena de suministro global.
La incertidumbre también rodea las relaciones entre Estados Unidos y China, especialmente con la próxima asunción de Donald Trump como presidente el 20 de enero. Aunque ha hecho comentarios sobre su enfoque hacia China, todavía no está claro cómo será su administración en relación a las tensiones comerciales existentes.
China sigue dominando el mercado de materiales esenciales como el galio, un metal crítico para la fabricación de chips de radiofrecuencia, y el litio, indispensable para diversas aplicaciones cotidianas, desde baterías de smartphones hasta vehículos eléctricos. La evolución de estas políticas podría tener un impacto considerable no solo en las industrias involucradas, sino también en la dinámica general del comercio global.