China prohíbe la exportación de materiales clave para semiconductores y vehículos eléctricos
China prohíbe la exportación de materiales críticos para semiconductores y tecnología, en respuesta a las restricciones impuestas por EE. UU., intensificando las tensiones comerciales.
China ha decidido prohibir la exportación de materiales clave como el galio, el germanio y el antimonio, esenciales para la producción de semiconductores, vehículos eléctricos y otros productos tecnológicos. Esta medida se produce en respuesta a la reciente ampliación de los controles de exportación por parte de Estados Unidos, que ahora incluye a más de 140 empresas chinas, con el objetivo de restringir el acceso de China a tecnologías avanzadas.
Ambos países argumentan que sus controles están justificados por preocupaciones de seguridad nacional y se acusan mutuamente de "armar" el comercio. Expertos analizan que estas restricciones podrían tener un impacto significativo en la manufactura de diversas industrias y en las cadenas de suministro globales. Según un estudio de la Encuesta Geológica de EE. UU., se estima que las interrupciones causadas por estas medidas podrían costar más de $3 mil millones a la economía estadounidense.
La prohibición de exportaciones incluye, además, el grafito, que se utiliza en baterías de vehículos eléctricos y en el almacenamiento de energía. China domina la producción y el refinado de estos materiales, lo que le otorga una ventaja considerable en costos respecto a otros proveedores. La tensión entre las dos economías más grandes del mundo podría intensificarse, especialmente con la llegada del nuevo presidente de EE. UU., quien ha prometido aumentar los aranceles sobre productos fabricados en China.
La administración Biden ha estado fomentando una "Asociación de Seguridad de Minerales" con la Unión Europea y otros países para reducir la dependencia de China en estos minerales críticos. Además, se están realizando esfuerzos para aprovechar los depósitos de tierras raras y otros materiales críticos dentro de EE. UU.
China, por su parte, ha indicado que, tras la prohibición de exportaciones, la restricción se extenderá a todos los países y entidades, amenazando con sanciones legales a los infractores. Esto marca un momento crucial en las relaciones comerciales entre ambas naciones, que han estado bajo tensión desde que se inició la guerra comercial en la administración anterior.