China prohíbe la exportación de minerales fundamentales para la tecnología a Estados Unidos
China prohíbe la exportación de galijum y germanijum a EE.UU., intensificando las tensiones comerciales y amenazando la industria tecnológica y militar estadounidense.
China ha tomado medidas drásticas al prohibir la exportación de galijum y germanijum a los Estados Unidos, lo que intensifica las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo. Esta prohibición podría alterar significativamente las cadenas de suministro globales, dado el papel crucial que juegan estos minerales en sectores de alta tecnología.
El galijum y el germanijum son esenciales para la producción de semiconductores, tecnologías militares, como las gafas de visión nocturna, y en la industria de energías renovables, donde se utilizan en la fabricación de celdas solares y vehículos eléctricos. Además, el galijum se emplea en la iluminación LED y en fibras ópticas, mientras que el germanijum es clave para procesos catalíticos en la producción de plásticos.
China controla casi la totalidad del suministro mundial, proporcionando el 98% del galijum y el 91% del germanijum, lo que complica la diversificación de fuentes de suministro. El gobierno chino justificó esta prohibición citando "la aplicación dual militar y civil" de estos minerales, justo después de que Estados Unidos impusiera restricciones a la exportación de semiconductores hacia China por tercera vez en tres años, para evitar que Beijing utilice tecnología avanzada para fines militares.
Un informe del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) anticipa que la prohibición total del galijum y el germanijum podría resultar en una pérdida de 3.4 mil millones de dólares en el PIB de EE.UU. A pesar de que el Departamento de Defensa de EE.UU. cuenta con reservas estratégicas de germanijum, el galijum no está incluido en estas, lo que aumenta aún más la vulnerabilidad del país ante la dependencia del suministro chino.
Frente a esta situación, Estados Unidos evalúa varias estrategias para reducir su dependencia de China. Una opción es revitalizar la producción interna; el Pentágono ya ha comenzado a investigar la viabilidad de explotar fuentes domésticas de galijum y germanijum. Históricamente, el único mineral estadounidense que producía ambos minerales, el Apex en Utah, cerró en la década de 1980.
Otra alternativa consiste en invertir en refinerías en países aliados, como Canadá o Australia, lo que podría garantizar un suministro más estable. De hecho, la empresa canadiense Teck Resources desempeña un papel clave en la producción de germanijum en América del Norte. Además, se está considerando la posibilidad de reciclar fuentes secundarias, aunque en la actualidad los procesos de extracción de estos minerales de componentes complejos son ineficientes y costosos, representando solo el 10% del suministro global de galijum y el 30% de germanijum.
En el corto plazo, la oferta limitada no podrá compensarse, lo cual incrementará los precios y generará trastornos en la industria tecnológica y militar. Sin embargo, los avances en tecnologías de reciclaje y la exploración de nuevos yacimientos podrían, a largo plazo, reducir la dependencia de China y estabilizar el mercado global.
La prohibición de China sobre la exportación de galijum y germanijum es más que un simple desacuerdo comercial; representa una lucha estratégica por el control de recursos vitales para el futuro de la tecnología y la seguridad nacional. El tiempo definirá cómo responderán Estados Unidos y sus aliados a este desafío y si lograrán mitigar la influencia de la dominación china en este sector.